LO DEL AUTOELOGIO Y LO CHILLÓN
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Jueves 22 de agosto de 2024
Comencé por citar una línea de la publicación en la página Web del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que refiere al autoelogio y lo chillón, como parte del “estilo personal” de Andrés Manuel López Obrador, para gobernar.
Publicada el 20 de agosto de este año, pero ampliamente difundida el día de ayer, el Capitán, con ese peculiar y poético estilo con que conocimos hace 30 años al Subcomandante Marcos, dará mucho para la polémica, el análisis y el debate político al final de la actual administración sexenal.
AMLO no es al único al que fustiga en los apartados de “Balance” y “Desbalance”, sino a varios. Entre ellos, la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez, Alito, a los Chuchos, sin mencionarlo, pero también a Marko Cortés, a los trabajadores del Poder Judicial, a todos los partidos, incluidos los de oposición, a quienes también llama chillones, califica de criminal impune a Mario Delgado, a Marx Arriaga lo considera como “simplemente estúpido” y hasta anticipa tragedias como la que se está viviendo en Chalco por los Megaproyectos del Bienestar.
No se puede obviar que destaca para los morelenses “la impunidad y la ignorancia frente al asesinato del hermano Samir Flores Soberanes y todos los… asesinados, desaparecidos y encarcelados…”
Claro que el párrafo más llamativo es el que reproduzco a continuación, donde hace notar las características clave de los expresidentes mexicanos identificables con las de AMLO a lo largo de su mandato. Escribió:
“Tuvo el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz; el nacionalismo de cartón piedra de Luis Echeverría Álvarez, la demagogia corrupta de José López Portillo, la mediocridad administrativa de Miguel de la Madrid, la perversidad de Carlos Salinas de Gortari, la vocación criminal de Ernesto Zedillo, la ignorancia enciclopédica de Vicente Fox, el militarismo y la mecha corta de Felipe Calderón, y la frívola superficialidad de Enrique Peña Nieto. ¿Quién es? Ah, y la corte de aduladores de todos ellos. Cambian los presidentes, cambian las nóminas. Lo del autoelogio y lo chillón, sí es parte del ‘estilo personal de gobernar’.”
Al escribir el artículo de hoy todavía no ha comenzado la mañanera, pero me pongo a pensar en si, como la crítica del zapatista ya dio la vuelta al mundo, Marcos sigue siendo una figura respetada y representativa, histórica, de los auténticos movimientos de izquierda, AMLO adelantará una oficiosa respuesta, como suele hacerlo cuando algo lo calienta o si acallarán a los domesticados asistentes para evitar preguntas incómodas.
¿Acaso será posible que, como al resto de sus críticos, el presidente descalifique a Marcos y al EZLN, diciendo que se han convertido en defensores de los privilegios y la corrupción, al servicio de las oligarquías, que son conservas e hipócritas… o manifestará su respeto a las comunidades indígenas y al movimientos zapatista, pero diciendo que no está de acuerdo –“no somos iguales”-, que no están bien informados y vuelva al autoelogio, que únicamente confirmaría, la razón que encierra ese escrito?
La lectura de esta publicación me reconfirmó lo que vengo pensando y publicando desde el tercer año de este gobierno: me queda claro que ni el sistema político, ni los partidos, ni los líderes han cambiado, sigue siendo, diría la voz popular, la misma gata, pero revolcada.
Y para iniciados:
AMLO va en caballo de hacienda rumbo a la obtención de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y muy cerca de la misma en el Senado, gracias a la sobrerrepresentación. Legalmente, lo más probable, no se lo podrán impedir. Pero, lo cierto, es que las normas que unas veces han favorecido a unos y ahora a otros, están mal y tendrían que cambiarse. En una auténtica democracia representativa el 54.7% de los votos no debería dar, ni a este gobierno, ni a ninguno, el 75% de los diputados. Afirmar lo contrario ofende a la inteligencia.
La información es PODER!!!