LO MISMO LLUEVE EN POLANCO QUE EN CUERNAVACA
GRACIAS A DIOS ES VIERNES
05 de septiembre 2025
Eduardo Ángel Cinta Flores
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Quienes ya tenemos algunos lustros de vivencia, podemos platicar de la Historia que al formar parte de ella, atestiguamos muchos sucesos en el ámbito en el que nos hemos desenvuelto.
Fue en julio 1968 que se registró la lluvia con mayor volumen en la Ciudad de México, hasta la ocurrida el pasado mes de julio, con un diluvio de 337 millones de metros cúbicos, la que, precedida de una cortina de rayos y truenos de mitología, ofreció un grandioso espectáculo de furia que descargó la naturaleza sobre ella. Cuando la lluvia cubre todo, la capital pasa de un mundo a otro en cuestión de horas. Y no es de hoy, ya llueve sobre mojado desde hace un chorro de años.
Dicen que son cosas de Tláloc, sin embargo, los dioses, no tienen la culpa de todo. Hace años que la ciudad capital viene sufriendo estas inclemencias que, sobra decirlo, se vician siempre en los barrios más pobres, aunque este año no han hecho distingo alguno.
Mucho se ha realizado por rescatar a la bella Ciudad de los palacios, obras como el albardón de Nezahualcóyotl, dique construido a petición de Moctezuma en 1449, o el Tajo de Nochistongo concluido en 1781 que posteriormente se convertiría en el Gran Canal del Desagüe. El 9 de junio de 1975 fue inaugurado el Drenaje Profundo de la Ciudad de México. Obra, que incluyó el Túnel Emisor Central y que tuvo el objetivo de solucionar el problema histórico de inundaciones en la capital al desviar aguas pluviales y residuales hacia el Valle de Mezquital. Obra que se planteó en 1954 debido a las constantes inundaciones que sufría la ciudad. Hace 50 años con el drenaje profundo, se pronosticó la solución para ese mismo período, Como se aprecia en las fechas y los tiempos, la autoridad ha respondido con su característica lentitud.
México una ciudad moderna, cuya habitación se cotiza hasta en dólares, durante el temporal de lluvia se convierte cada tarde en una perturbación grave que supera la capacidad de la autoridad para afrontarla con sus propios recursos.
Siguen sucediéndose los encharcamientos debidos a las coladeras atascadas, el Metro tarda horas en llevar a los trabajadores a su destino por lo resbaladizo de las vías, se abren enormes socavones en cualquier calle que resultan fatales para quien circula sobre ruedas.
Con el fin de solventar la problemática, las diferentes administraciones capitalinas trataron de complementar en etapas posteriores con otros túneles como los Interceptores Oriente y Central, y posteriormente, se construyó el Túnel Emisor Oriente para aliviar la carga del Emisor Central.
El temporal de lluvia no es particular a la Ciudad de México. Lo mismo llueve en Iztapalapa, en Polanco o en la Colonia Pensil de la capital, como en la colonia Alameda de Celaya, en las colonias Renacimiento y Mozimba de Acapulco, lo mismo se abren baches y socavones en Cuetzalan Puebla, en San José del Cabo Baja California, como en Jiutepec, Axochiapan y en la sufrida y desatendida ciudad de Cuernavaca.
La jefa de gobierno Clara Brugada llamó a los habitantes de la Ciudad de México para que eviten tirar basura en las calles y espacios públicos, ya que representa el principal factor que provoca las inundaciones en la capital. Si, es una grandiosa medida, al igual, José Luis Urióstegui la debe implantar en Cuernavaca, solo que, a los dos les pregunto ¿en dónde canijos van a tirar la basura?
La capital es climáticamente predecible: seis meses de sequía, seis meses de agua, en resumen, siempre está de la fregada.
Amigos la semana tiene siete días y … gracias a Dios ¡es viernes!