Los perennes conflictos del alcalde Urióstegui con el Ejecutivo por el control de la policía municipal de Cuernavaca
LA CRÓNICA DE MORELOS. Viernes 27 de septiembre de 2024
Los conflictos entre el presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, y el gobierno del estado de Morelos 2018-2024, han sido bastante notorios. Estos desacuerdos han surgido por diversas cuestiones políticas y administrativas.
Algunos de los conflictos más sobresalientes fueron los que se enlistan a continuación.
Seguridad Pública: Uno de los principales puntos de conflicto ha sido la seguridad en Cuernavaca. Urióstegui ha expresado en varias ocasiones su preocupación por la falta de apoyo del gobierno estatal en este tema. Mientras que el gobierno de Morelos ha argumentado que ha implementado estrategias de seguridad, el alcalde ha señalado que estas no han sido efectivas y que la colaboración interinstitucional es limitada. Siempre rechazó adherirse al Mando Coordinado de Policía Morelos y así continúa hasta ahora.
Coordinación en Proyectos Municipales y Estatales: Urióstegui denunció la falta de coordinación y apoyo financiero por parte del gobierno de Cuauhtémoc Blanco en proyectos clave para la ciudad de Cuernavaca. Esto incluyó temas relacionados con la infraestructura urbana y el mantenimiento de servicios públicos.
Política de Basura y Medio Ambiente: Otro de los puntos de fricción fue el manejo de residuos sólidos y políticas ambientales. Cuernavaca ha tenido problemas con la recolección de basura, y Urióstegui ha acusado al gobierno estatal de no cooperar lo suficiente para encontrar soluciones sostenibles.
Acusaciones Mutuas de Corrupción: Urióstegui y el gobierno estatal también se han lanzado acusaciones de corrupción. Urióstegui ha denunciado irregularidades en el manejo de recursos estatales que afectan a su municipio, mientras que el gobierno de Blanco señaló que algunos problemas de Cuernavaca se debieron a una mala gestión municipal.
Divergencias Políticas: Aunque ambos formaron parte del espectro político progresista, el estilo de gobierno y las agendas de ambos fueron distintas, lo que generó desencuentros. Mientras que Blanco adoptó una postura más centralizada y vinculada al gobierno federal, Urióstegui siempre ha buscado marcar cierta distancia y autonomía en la gestión de Cuernavaca.
Estos conflictos no solo generaron tensiones dentro del estado, sino que han tenido repercusiones en la percepción pública sobre la efectividad de ambas administraciones.
NO SE ADHERIRÁ AL MANDO COORDINADO
Este viernes el Cabildo del Ayuntamiento de Cuernavaca autorizó al presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, celebrar un convenio de colaboración en materia de seguridad pública con el próximo Gobierno del Estado que encabezará Margarita González Saravia “con la finalidad de garantizar una efectiva coordinación en materia de prevención del delito y construcción de paz a partir de una política criminológica integral que consolide los avances que se han tenido en estos casi tres años de administración para fortalecer a la corporación y seguir abonando a la seguridad y tranquilidad de los cuernavaquenses”.
Sin embargo, José Luis Urióstegui aclaró que este convenio elaborado por la Consejería Jurídica no significa la entrega de la policía municipal al Poder Ejecutivo, al contrario, se busca mantener el mando y el cumplimiento de las obligaciones constitucionales que el artículo 21 y 115 asignan a los Ayuntamientos y particularmente al presidente municipal, estableciendo las bases de una coordinación interinstitucional real entre pares como lo han exigido desde el inicio de la administración a través de vínculos reales, objetivos y eficaces con la entidad federativa que mejoren la función de seguridad pública, tanto en Cuernavaca como en el estado.
Se trata, pues, de un convenio que pudiese establecer algunos mecanismos renovados de coordinación con las autoridades estatales, pero descafeinado. Urióstegui, una vez más, busca imponer su potestad sobre la policía de Cuernavaca, arguyendo que así se lo faculta la Carta Magna.