MARGARITA Y LAS COMUNIDADES INDÍGENAS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 31 de diciembre de 2024
La asistencia de la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, a la toma de protesta de José Carlos Jiménez como presidente del municipio indígena de Xoxocotla refleja un compromiso visible con las comunidades indígenas de nuestra entidad. Este acto simbólico puede interpretarse como un mensaje claro de que su administración está dispuesta a reconocer y apoyar a los pueblos originarios en su autonomía y desarrollo.
Históricamente, las comunidades indígenas en México han enfrentado desafíos para asegurar su representación y autonomía política, y la presencia de la gobernadora en este evento señala una nueva era de colaboración y respeto hacia sus sistemas normativos internos.
Además, este gesto puede ser visto como una estrategia para fortalecer la relación entre el gobierno estatal y las comunidades indígenas, lo cual es crucial para abordar problemas específicos como la infraestructura, la educación y la salud en estas áreas. La administración de González Saravia estaría buscando establecer un diálogo más inclusivo y participativo, donde las necesidades y aspiraciones de los pueblos indígenas sean parte integral de las políticas públicas del estado. Esto es particularmente relevante en un contexto donde las comunidades indígenas han reclamado mayor autonomía y participación en las decisiones que afectan directamente sus vidas y territorios.
Sin embargo, es importante recordar que la asistencia a un evento como este es solo un primer paso. La prueba real del apoyo a las comunidades indígenas vendrá con las acciones concretas que se implementen durante su mandato. Será necesario observar si se traducen en programas específicos, recursos destinados y políticas que respeten y promuevan la cultura, la lengua y los derechos territoriales de los pueblos indígenas. Solo con el tiempo y la evaluación de las políticas públicas aplicadas se podrá determinar si este compromiso inicial se convierte en un cambio tangible y positivo para estas comunidades.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 2, reconoce a México como una nación pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas. Este reconocimiento implica el derecho de estos pueblos a la libre determinación y autonomía para decidir sobre sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural. También se les reconoce el derecho a la preservación y enriquecimiento de sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyen su cultura e identidad. Es decir, la Constitución protege el derecho de las comunidades indígenas a conservar y desarrollar su propia cosmovisión, sus instituciones y sus formas de vida.
Además, nuestra Carta Magna establece que las comunidades indígenas tienen derecho a acceder al desarrollo integral, con el propósito de disminuir las brechas de desigualdad social y económica. Para ello, el Estado mexicano debe implementar políticas públicas que garanticen el acceso efectivo a la educación, salud, vivienda, servicios básicos y oportunidades de desarrollo para los pueblos indígenas, respetando sus propias formas de organización y asegurando su participación en la toma de decisiones que les afecten. Asimismo, la Constitución reconoce y protege los derechos de las mujeres indígenas, estableciendo la obligación del Estado de eliminar cualquier forma de discriminación y violencia en su contra.
Es imperativo, pues, que todos los niveles de gobierno en México, desde el federal hasta el municipal, brinden un respaldo absoluto y un respeto irrestricto a las comunidades indígenas. Esto implica no solo reconocer su existencia y derechos en el papel, sino también garantizar en la práctica el ejercicio pleno de su autonomía y libre determinación, asegurando su participación en la toma de decisiones que les afecten. Asimismo, es crucial que los gobiernos implementen políticas públicas con perspectiva intercultural que promuevan el desarrollo integral de las comunidades indígenas, cerrando las brechas de desigualdad y combatiendo la discriminación. Solo a través de un compromiso genuino con los derechos y el bienestar de los pueblos indígenas, México podrá avanzar hacia una sociedad verdaderamente justa, incluyente y pluricultural.
Por lo pronto, en Morelos la gobernadora Margarita González Saravia ha demostrado y sigue demostrando que el respaldo integral a todas las comunidades indígenas es y seguirá siendo una prioridad.