MORELOS APUESTA POR EL FUTURO: UN PRESUPUESTO CON ROSTRO HUMANO
LA CRÓNICA DE MORELOS
Jueves 13 de noviembre de 2025
E D I T O R I A L
En un acto que trasciende el mero trámite burocrático, el Gobierno de Morelos, bajo el liderazgo de Margarita González Saravia, entregó este jueves el Paquete Económico 2026 al Congreso estatal. No es solo un fajo de números y proyecciones; es una declaración de intenciones, un mapa que dibuja el camino hacia un estado más justo y próspero.
En tiempos donde la opacidad presupuestal ha sido el talón de Aquiles de muchas administraciones, esta entrega —realizada por el titular de la Secretaría de Administración y Finanzas, Jorge Salazar Acosta, ante la LVI Legislatura— reafirma un compromiso inquebrantable con la transparencia y la responsabilidad. Y eso, en sí mismo, merece aplausos.
Lo más relevante de esta propuesta no radica en la cifra global —41 mil 362 millones 034 mil 203 pesos, un crecimiento del 8.3 por ciento respecto a 2025—, sino en su orientación humanista. Salazar Acosta lo dejó claro: el Ejecutivo ha colocado en el epicentro las prioridades que laten en el corazón de las familias morelenses.
Programas sociales robustecidos para combatir la desigualdad, un impulso decidido a la educación pública como motor de movilidad social, la garantía de seguridad para que nadie viva con el miedo como compañero diario, y un bienestar integral que no sea promesa vacía, sino inversión tangible.
En un Morelos que aún arrastra las cicatrices de la violencia y la pobreza, este enfoque no es opcional; es imperativo. Es el gobierno diciendo: “La tierra que nos une” no es solo un eslogan, sino una brújula moral.
Pero vayamos más allá de las buenas intenciones. La propuesta incluye ajustes y actualizaciones a las contribuciones, enmarcados en una política de sostenibilidad económica. No se trata de subir impuestos a diestra y siniestra, sino de una actualización responsable que equilibre las arcas públicas sin asfixiar al contribuyente.
Aquí radica el verdadero desafío: ¿podrá esta visión resistir el escrutinio legislativo? El Paquete integra, con respeto absoluto a la autonomía, las solicitudes de los poderes Legislativo y Judicial, así como de los organismos autónomos. Es un gesto de madurez institucional que fortalece el diálogo entre poderes, en lugar de avivar trincheras.
En un contexto nacional donde las pugnas presupuestales entre Ejecutivo y Congreso son el pan de cada día, Morelos opta por el puente en vez del muro. No todo es idílico, por supuesto. El crecimiento del 8.3 por ciento suena prometedor, pero en un panorama de inflación persistente y presiones federales, urge que cada peso se ejerza con la disciplina que promete Salazar Acosta: transparencia total, eficiencia quirúrgica y rendición de cuentas diaria.
El bienestar duradero no se construye con discursos, sino con auditorías implacables y resultados medibles. Si el Congreso, presidido en su Mesa Directiva por Isaac Pimentel Mejía, abraza esta ruta, Morelos podría convertirse en un modelo para el país: un estado donde el presupuesto no es botín político, sino herramienta de transformación.
En última instancia, este Paquete Económico 2026 no es solo para los números; es para las personas. Para la madre morelense que busca una escuela digna para sus hijos, para el joven que anhela seguridad en sus calles, para la familia que sueña con un futuro sin precariedad. Margarita González Saravia y su equipo han tendido la mano; ahora, toca al Legislativo y a la sociedad civil caminar juntos. Morelos, la tierra que nos une, merece no menos que esto: un presupuesto con alma, un gobierno con visión. Ojalá sea el inicio de una era donde la prosperidad no sea privilegio de pocos, sino derecho de todos.
