MORENA: URGE LA RECONCILIACIÓN
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 21 de marzo de 2024
El 27 de junio de 2022, tras la controversial elección de consejeros estatales y nacionales de Morena en Morelos, el entonces alcalde de Jojutla y hoy candidato a diputado federal por el Distrito IV, Juan Ángel Flores Bustamante, declaró, en referencia a las todavía lejanas elecciones del 2 de junio de 2024, que solo con la marca dicho partido no ganaría.
En consecuencia, Flores Bustamante llamó a la unidad a las tendencias encabezadas, fundamentalmente, por Ulises Bravo Molina, hoy delegado especial del CEN en funciones de presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, y Rabindranath Salazar Solorio, ex coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, quien no resultó agraciado con la postulación como candidato a la gubernatura y cuya transferencia a la suplencia de una diputación federal de representación proporcional en el número 14 de la cuarta circunscripción (el propietario será un tal Carlos Castillo Pérez, ex empleado de Claudia Sheinbaum en CDMX), fue equiparable a haberle dado una patada en el trasero.
Es aquí donde lo expresado por Juan Ángel el 27 de junio de 2022 cobra especial relevancia y aplicación, pues los grupos al interior de Morena se están dando hasta con la cubeta.
En nada han servido los regaños de Claudia Sheinbaum Pardo dirigidos a todos los candidatos de Morena, ya designados hacia los cargos de elección popular que se disputarán el domingo 2 de junio, para que caminen cohesionados en las campañas y consigan candidaturas rentables, capaces de competir en la gubernatura, en las senadurías, los distritos federales, los distritos locales y 33 cabildos municipales. Según vemos, nada está articulado, pues mujeres y hombres van por su lado, aunque hay quienes, ya poseedores de una candidatura, pareciera que no empezaron campaña el 1 de marzo pasado. Simple y sencillamente no se están moviendo, mientras paralelamente crece el divisionismo tan característico de los morelenses.
El peor escenario (catastrófico y/o probable) es que el trabajo proselitista pudiera dividirse, como de hecho ya sucedió en elecciones anteriores (verbigracia la de Cuernavaca en 2021). Es decir: por un lado, habríamos de observar el surgimiento del voto diferenciado o el voto útil a favor de Claudia Sheinbaum, pero no para Margarita González Saravia, candidata gubernamental. Espero que mi boca se haga chicharrón y jamás se presente tan adverso escenario, pues Margarita no se lo merece. Sin embargo, espero que quienes la rodean hagan un acucioso autoanálisis y corrijan el rumbo, abandonando cualquier postura soberbia, prepotente y triunfalista, solo confiando en las engañosas encuestas.
Como era de esperarse, en las postulaciones, básicamente a nivel de distritos locales y 33 ayuntamientos, es donde la polarización se acrecienta. Es precisamente en el plano local donde debería existir la mayor cohesión, por ser ahí donde se determinan las elecciones. Es el ámbito donde pesa el quién es quién entre candidatos a diputados locales y miembros de cabildos. Respecto a los que se consideran errores de designación, se señala al grupo cercano de Margarita de haber influido para los desaciertos. Yo no lo dudo, pues en muchísimos procesos electorales he constatado la aparición de jilgueros cantando sobre los hombros de candidatas y candidatos a los más importantes cargos, como pudiera ser la gubernatura.
El voto diferenciado o voto útil, al parecer, se está gestando también en torno a los escaños senatoriales y las diputaciones federales, e igual respecto a la gubernatura y algunas alcaldías, por ejemplo, la de Cuernavaca, donde al parecer ya apareció un grupo antagónico a Alejandra Flores, candidata de Morena a presidenta municipal, mismo que está dispuesto a respaldar la reelección de José Luis Urióstegui. Yo no dudo que hasta llegaran a promover el voto a favor de la candidata de la coalición Dignidad y Seguridad por Morelos, Lucy Meza Guzmán, quien conoce a la perfección a cualquier número de morenistas adscritos a la base territorial del partido guinda. Aquí se puede pronosticar que Morena sufrirá fuertes sobresaltos en la capital morelense y en Cuautla.
Escribo lo anterior sin que las candidatas y candidatos locales hayan iniciado campañas (lo harán el 31 de marzo). En Cuautla parece haber un repudio generalizado hacia Rodrigo Arredondo. En Jiutepec no todo es miel sobre hojuelas a favor de la “herencia” dejada por Rafael Reyes en la figura de su cuñado Iván Ortiz Muñoz. Por eso está creciendo la candidatura de Eder Rodríguez. En Yautepec habría un voto diferenciado: por un lado, se decantaría la elección a favor de Agustín Alonso Mendoza, pero en el otro hacia Lucía Meza Guzmán.
Estaremos atentos a los acontecimientos, a partir del 31 de marzo próximo, y aquí lo comentaremos. En otra columna me referiré a los diferentes tipos de voto. Pero puedo adelantarles que en los distritos locales y los ayuntamientos habrá voto de castigo y voto diferenciado.