MUCHAS GRACIAS PRESIDENTE, AHORA LA PRESIDENTA SOY YO
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 7 de junio de 2024
La virtual presidenta electa de los Estados Unidos Mexicanos, Claudia Sheinbaum Pardo, presumió ayer en sus redes sociales las conversaciones telefónicas que sostuvo con la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el presidente del Banco Mundial (BM), Ajay Banga.
Con la primera refrendó el hecho de que Rogelio Ramírez de la O, reconocido dentro y fuera de México como un magnífico secretario de Hacienda, permanecerá en el cargo allende a la toma de posesión de la próxima titular del Poder Ejecutivo federal prevista para el 1 de octubre venidero. Según escuchamos, la funcionaria del FMI conoce a Ramírez de la O. El tono en la voz de las dos damas fue de cordialidad y entendimiento.
Y con el mero mero del BM hablaron respecto a la importancia de trabajar en el desarrollo sustentable, el medio ambiente, contra el cambio climático y desarrollar algunos proyectos en la materia. “Me manifestó su interés de que un equipo del Banco Mundial pueda venir a intercambiar ideas con nuestro equipo de transición”, compartió en redes sociales.
Percibimos a Claudia Sheinbaum contenta y muy satisfecha de las dos charlas e igual la notamos en otro video subido a sus redes sociales donde abordó temas postelectorales. Destacó la gigantesca votación a su favor, registrada tras el cómputo definitivo en los 300 distritos electorales federales.
Pero muy poco debió durarle el gusto, pues en otro lado de la Ciudad de México, Ignacio Mier Velasco, coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, en rueda de prensa anunció que las 18 reformas constitucionales propuestas por Andrés Manuel López Obrador el 5 de febrero y que implicarían alrededor de 54 modificaciones sustanciales a la Constitución Política de nuestro país, se votarán en septiembre próximo mediante una nueva mayoría calificada. Es decir, contando a los nuevos senadores y flamantes diputados federales electos el 2 de junio.
Mier Velasco indicó que la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados está trabajando en los dictámenes correspondientes. Entre las reformas destacan la reforma al Poder Judicial, misma que le súper urge al presidente de la República; la reforma militar, con repercusión inmediata en la Guardia Nacional; la reforma electoral, para darle mate al Instituto Nacional Electoral, al que López Obrador odia sobremanera; y la desaparición de órganos autónomos, como el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), también repudiado por el macuspano.
Como era de esperarse, las dos importantes conversaciones telefónicas de Claudia Sheinbaum con los mencionados ejecutivos de dos de los más importantes organismos financieros del mundo, cuyo objetivo era indudablemente consolidar el mensaje de optimismo de principio de semana a los mercados, fue rebasado por una nueva inestabilidad en el sistema financiero mexicano. Ejemplo de ello fue que el dólar subió a 18 pesos y hubo un balance negativo en el mercado de valores. Me atrevo a suponer que Claudia Sheinbaum fue tomada por sorpresa, sin ser informada, ni por Ignacio Mier, ni por Monreal y mucho menos por el tarado de Noroña, sobre la mentada conferencia de prensa. Lo informado por Mier Velasco contrastó sobremanera con las charlas telefónicas de Sheinbaum.
Es obvio que el contexto de la conferencia de prensa, entre otras cosas, fue para complacer a López Obrador quien, a todas luces, está enviando un mensaje a Claudia de que, mientras él sea presidente, ella no será autónoma, ni podrá decidir sobre asuntos muy, pero muy relevantes, verbigracia las iniciativas de reformas constitucionales que, según dijo Mier, ya tienen dictámenes. Esas reformas son de López Obrador y de nadie más. Con ellas ansía pasar a la historia al lado de Miguel Hidalgo, Morelos, Benito Juárez y Lázaro Cárdenas.
Asimismo, es evidente cómo se están decantando las tribus en Morena: por un lado, se comienza a percibir el ala moderada del morenismo, con la mismísima Claudia Sheinbaum a la cabeza, y por otro el surgimiento de los porros, es decir quienes integrarán “El Bronx” de ese partido a futuro después de que López Obrador se vaya a “La Chingada” y presuntamente se jubile de la política… lo cual estará por verse, pues hoy por hoy está enviando señales de que buscará influir sobre la doctora Sheinbaum.
Por cierto, en el inminente berenjenal de Morena a nivel nacional habremos de ver, durante la segunda quincena de octubre de la presente anualidad, el proceso de sucesión de Mario Delgado Carrillo y Citlalli Hernández como dirigentes nacionales del partido. Recordaré que el 23 de octubre de 2020, Mario Delgado y la actual senadora fueron electos para un periodo de tres años, según los estatutos que, mediante una amañada votación en un Congreso Nacional efectuado el 17 de septiembre de 2022, fueron objeto de un agregado para extender la permanencia de ambos personajes en la dirigencia nacional hasta el último día de octubre venidero.
Se supone que López Obrador ya no se meterá en asuntos políticos y, presuntamente, la nueva jefa máxima de Morena será quien lo relevará tanto en la presidencia de la República, como en la dirección de facto del multicitado instituto político. A la ex jefa de Gobierno se le juntarán sobre el nuevo escenario las variables de morenistas moderados y obradoristas duros en las dos cámaras, amén de que se avecina un fuerte encontronazo entre las tribus cuando se disputen todas las carteras del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.
Las reformas constitucionales, según Ignacio Mier Velasco, serán aprobadas en septiembre, cuando estén en sus curules los nuevos senadores y diputados, pero antes del final del mandato del presidente más ególatra y protagónico de la historia nacional. Empero, horas más tarde Monreal salió a decir que no hay nada aún y que las reformas serán objeto de un minucioso análisis en las dos cámaras. Claudia Sheinbaum, entrevistada brevemente sobre ese tenor, señaló que en su momento se iniciará el proceso legislativo y que no se perjudicará a nadie.
Tendremos que esperar unas semanas más para ver cómo opera Claudia Sheinbaum para evitar posibles conflictos con su mentor y observarla allende la frontera del primer día de octubre, cuando se realizará el cambio presidencial. Vienen momentos muy interesantes y pudiéramos ser testigos de un escenario, a todas luces necesario, donde la doctora diga: “Muchas gracias presidente, ahora la presidenta soy yo”. De ninguna manera es conveniente para Claudia Sheinbaum la existencia de alguien capaz y perverso, sobre un escenario alterno, como para provocarle conflictos gratuitos. Desde mi modesta óptica, me parece que la reforma al poder judicial y otras de gigantesco calado, no pasarán la prueba del ácido en septiembre, como lo promueve el ala dura.