NEGACIÓN FORZADA
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Miércoles 09 de abril de 2025
El gobierno federal ha ocupado la definición de la “desaparición forzada” de la ONU para describirla en sus páginas Web oficiales. Esa misma es producto de la “Convención Internacional para la Protección de todas las personas contra las Desapariciones Forzadas”, adoptada por su Asamblea General en diciembre de 2006, pasando de ser una “Declaración” de 1992 a un instrumento jurídico vinculante, es decir, de cumplimiento obligatorio.
Transcribo íntegramente la definición: Es “el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley.”
No hace falta mucho análisis para tener claro que la llamada “guerra sucia” de los 60 y 70 en México o el caso Ayotzinapa encuadran perfectamente con esta definición. Es más, todavía quedan algunos de los actuales funcionarios de primer nivel que en su momento fueron víctimas de desaparición forzada.
El concepto ha vuelto a ponerse en la mesa del debate tras los hallazgos de los grupos de buscadores en diferentes lugares, pero, particularmente, en Teuchitlán, Jalisco, donde los testimonios y las evidencias apuntan a la participación, ya bien por acción u omisión, por parte de diferentes servidores públicos. Incluso, la colusión de los gobiernos con bandas del crimen organizado, denunciada por Estados Unidos, fortalece esta hipótesis.
Sin embargo, la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, encabeza el rechazo rotundo a la existencia de estas prácticas en México, tanto como a la investigación que pretende llevar a cabo el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU, que solicitará información al respecto en los próximos días.
Aunque el problema de las desapariciones forzadas es otras más de las herencias recibidas de los anteriores gobiernos por el actual, era de esperarse que en algún momento el incremento de desapariciones llamara la atención de la ONU. Oficialmente, superan las 124 mil, aunque podrían ser más. También era de esperarse que el gobierno lo negara.
Lo sorpresivo es que parezca que tampoco están dispuestos a colaborar en las investigaciones que, como lo mencioné más arriba, son parte de las obligaciones jurídicas internacionales, firmadas por México, ya hace casi veinte años. La pregunta es fácil, la respuesta, no: ¿Cómo por qué será que no quieren aceptar que se investigue?
Y PARA INICIADOS:
Si tomamos como base la definición oficial de la desaparición forzada y la parafraseamos, resulta deducible lo que está ocurriendo en México. La negación forzada: No era campo de exterminio, sino de entrenamiento. Los 200 pares de zapatos y los huesos calcinados no demuestran lo contrario. A Cuauhtémoc no le dieron la diputación para protegerlo. El gobierno anterior no endeudó al país con siete billones más, aunque ahí estén los registros de Hacienda. El trato comercial para México es privilegiado, aunque sea igual que para Canadá y que al resto del mundo en la industria automotriz, aluminio y acero. Y podemos seguirle con muchas más negaciones forzadas.
La información es PODER!!!