¿Negligencia o complicidad con los homicidas? Desaparecieron los vídeos del palacio municipal de Huitzilac tras el asesinato de Alejandro Mancilla Cueto
El caso del homicidio de Alejandro Mancilla Cueto, secretario del Ayuntamiento de Huitzilac, Morelos, ocurrido el 8 de abril de 2025, ha tomado un giro intrigante con la revelación de que las imágenes de las cámaras de videovigilancia de la presidencia municipal desaparecieron minutos antes del ataque.
Esta información, dada a conocer por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Morelos, Miguel Ángel Urrutia Lozano, tras una reunión con el alcalde César Dávila Díaz y otras autoridades en Torre Morelos, ha levantado sospechas y está siendo investigada por la Fiscalía General del Estado (FGE).
El asesinato de Mancilla Cueto ocurrió a plena luz del día, frente al Palacio Municipal, cuando sujetos armados, presuntamente a bordo de motocicletas, le dispararon en al menos 27 ocasiones, según reportes. La ausencia de las grabaciones de las cámaras de seguridad en un momento tan crítico plantea preguntas sobre posibles irregularidades o incluso una acción deliberada para ocultar evidencia. La FGE ha iniciado una indagatoria para determinar si los videos fueron borrados intencionalmente o si hubo algún fallo técnico, aunque la coincidencia temporal resulta sospechosa.
Huitzilac, un municipio marcado por una creciente ola de violencia, ha sido escenario de diversos actos delictivos en los últimos años, incluyendo ejecuciones, secuestros y disputas por bienes comunales. Mancilla Cueto, una figura conocida en la región por su trayectoria política y social —fue candidato a la alcaldía en 2021, presidente de Bienes Comunales y delegado de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM)—, también había sido señalado en el pasado por supuestos conflictos relacionados con despojo de tierras, aunque no se han confirmado amenazas previas en su contra.
La desaparición de las imágenes complica las investigaciones, ya que estas grabaciones podrían haber sido clave para identificar a los agresores o esclarecer las circunstancias del ataque. Urrutia Lozano destacó que ninguna línea de investigación está descartada, incluyendo posibles vínculos con disputas agrarias o recientes tensiones por la renovación de la oficina de Bienes Comunales, donde una planilla contraria a la afín a Mancilla fue agredida previamente.
El contexto de inseguridad en Huitzilac agrava la percepción de este caso. Durante la administración del exalcalde Rafael Vargas Muñoz (2021-2024), los homicidios dolosos en el municipio aumentaron un 50%, pasando de 20 a 30 casos, según datos oficiales. Además, eventos recientes, como el secuestro de la chef Zahie Téllez en noviembre de 2024 y una masacre en enero de 2025 que dejó cinco muertos, reflejan el deterioro de la seguridad en la zona.
El alcalde Dávila Díaz ha reconocido que la violencia ha rebasado las capacidades del municipio y ha solicitado apoyo urgente a las autoridades estatales y federales. Mientras tanto, la FGE trabaja en coordinación con la Secretaría de Seguridad para avanzar en las pesquisas, aunque la falta de las grabaciones representa un obstáculo significativo.
Este caso no solo subraya los retos de seguridad en Huitzilac, sino también la importancia de garantizar la integridad de los sistemas de videovigilancia en contextos de alta incidencia delictiva. La investigación sobre los videos desaparecidos podría ser determinante para esclarecer no solo el homicidio de Mancilla Cueto, sino también las dinámicas de poder y conflicto que aquejan a la región.