NOVEDADES DE LA GUARDIA NACIONAL
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Viernes 20 de septiembre de 2024
Al margen de las críticas que pueda haber por el decaimiento en el nivel del debate parlamentario, observado en la Legislatura entrante, pues al dar oportunidad de hacer uso del podio a representantes populares, que no pudieron ni leer correctamente los escritos que repetían, una y otra vez, los mismos posicionamientos del oficialismo, lo relevante en el fondo es la nueva composición de las fuerzas armadas en México, sus atribuciones y alcances en lo que se tenía por sentado debería corresponder a lo civil.
Con la aprobación del paso por completo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa, ya no serán tres, sino cuatro las fuerzas armadas en México: el Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y, la nueva, la Guardia Nacional. Todas ellas bajo mandos castrenses, salvo por la comandante suprema, que será Claudia Sheinbaum Pardo, por ser constitucionalmente la presidenta de México.
Al igual que en las otras, los integrantes de la Guardia Nacional tendrán el trato y las garantías propios de las fuerzas armadas, sueldos, tabuladores, prestaciones y también el fuero militar para sus 128 mil, actuales y los que se incorporen.
Esto último significa que cuando sean acusados, de lo que sea, de cualquier tipo de abuso en el desempeño de sus funciones o fuera de ellas, primero deberán pasar por la justicia militar y ya después, si así se determina que procede, encararían a los juzgados civiles, cuestión que en México raramente sucede.
Eso sí, tendrán un mejoramiento sustantivo, claro, dependiendo del nivel escalafonario en que se encuentren, en sus percepciones salariales y acceso desde a créditos para vivienda hasta el pago de colegiaturas para sus hijos en instituciones educativas privadas, de todos los niveles.
Con la reforma constitucional, ya podrán dedicarse, estos ya por completo nuevos militares, a labores que estaban reservadas para el ejercicio civil. En la práctica, a lo que decidan sus superiores, sin la necesidad de que medie un decreto presidencial, como se hizo a lo largo del sexenio para asignarles la administración aeroportuaria, las aduanas, empresas paraestatales y tanto la construcción como la operación de infraestructura y obra pública.
Contarán con facultades para abrir carpetas de investigación en la persecución de presuntos delincuentes, o sea, de quien sea que sospechen haya cometido un delito, allanamientos de morada e intervenciones telefónicas, como ejemplos. Y para ello van a contar con la información que proporcione el Centro Nacional de Inteligencia (antes CISEN), que muy probablemente estará bajo las órdenes del próximo secretario de Seguridad Pública federal, debido a que, al ya no tener policía civil esta dependencia, tendrá que hacerse cargo de la inteligencia, por cierto, con mucho mayor peso e influencia de lo que ha tenido hasta ahora.
Dicho coloquialmente, al desaparecer la policía con mandos civiles, los militares, a través de la Guardia Nacional, podrán estar hasta en la sopa. El argumento, expresado por Claudia Sheinbaum y subrayado con insistencia por legisladoras y legisladores, para afirmar que no se trata de militarización, es que ella, es una civil y es la que tomará las decisiones. Si eso es efectivamente así, sería, en consecuencia, la responsable por todo, pero todo, lo que haga o deje de hacer la Guardia Nacional.
A usted, todo esto, que ya está a unas horas de ser constitucional, ¿qué le parece?
Y para iniciados:
Los acuerdos en la nueva Legislatura local van avanzando. Ya habíamos anticipado que no sería nada fácil, pero con la voluntad y poniendo por encima los intereses del pueblo morelense sí es posible ver un mejor desempeño. Para con la administración estatal entrante, que en la práctica ya encabeza Margarita González Saravia y con la cuarta transformación todo parece marchar sobre ruedas. Faltan los acuerdos internos, que esperemos pronto estén listos, y así todo camine bien para este LVI Congreso.
La información es PODER!!!