Ofrendas en Morelos: homenaje a víctimas de feminicidios
Las ofrendas del Día de Muertos en Morelos, y en México en general, son una manifestación cultural que fusiona tradiciones prehispánicas con elementos católicos, celebrando la vida de los difuntos y honrando su memoria.
En el contexto de 2024, estas ofrendas han tomado un matiz particular en Morelos, donde se han erigido en homenaje a las víctimas de feminicidios, reflejando una creciente conciencia y activismo en torno a la violencia de género.
En Morelos, estas ofrendas se han colocado en lugares públicos y espacios culturales. Por ejemplo, se ha reportado una ofrenda en la Plaza de Armas en Cuernavaca, dedicada a mujeres víctimas de feminicidios, con elementos tradicionales como flores de cempasúchil y listas con los nombres de las víctimas. Otra actividad notable fue la instalación de un domo de inmersión en la misma plaza, parte del Festival Miquixtli, aunque no se menciona explícitamente su conexión con feminicidios, refleja la integración de la celebración en la vida cultural local.
Estas ofrendas no solo honran a los difuntos según la tradición, sino que también sirven como un acto de memoria y resistencia contra la violencia de género. Incluyen elementos simbólicos como fotos, objetos personales, y mensajes que buscan visibilizar y recordar a las mujeres asesinadas, convirtiendo el acto en una plataforma para la justicia social y la memoria histórica.
La creación de estas ofrendas ha sido vista como una forma de activismo, donde la comunidad y grupos feministas utilizan la fecha para realizar un acto de memoria colectiva. Este gesto no solo conmemora a las víctimas sino que también critica la negligencia y la impunidad en casos de feminicidio, según se ha discutido en foros y por activistas en Morelos.
Estas prácticas reflejan una evolución en la celebración del Día de Muertos, donde el acto tradicional se convierte en un medio para abordar temas contemporáneos y urgentes como la violencia de género. Esto subraya la adaptabilidad de la cultura mexicana para integrar luchas sociales en sus tradiciones, utilizando el Día de Muertos no solo para honrar la muerte sino para hablar de justicia, memoria, y la lucha por los derechos humanos.