PLANES MAESTROS Y CONTROL POLÍTICO
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Lunes 17 de febrero de 2025
Los primeros cien días, o si usted prefiere, el primer trimestre del gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo la tónica en el discurso fue la continuidad. En ningún momento planteó llevar a cabo correcciones en la orientación de las políticas, sino sólo su profundización, con base en la aprobación de las iniciativas de reforma, propuestas por su antecesor, desde febrero del 2024.
Ampliar las capacidades asistencialistas de los programas sociales, concluir las obras en curso y generar nuevas rutas de la red de transporte de pasajeros y carga en trenes, continuar en la búsqueda de la autosuficiencia alimentaria y de energéticos, abatir el desabasto de insumos y medicamentos en el sector salud, sostener la operación del Tren Maya, Mexicana de Aviación, el AIFA, lograr la nueva integración del Poder Judicial, mediante voto popular, y hasta la reforma al Infonavit, ya contenida como punto número 5 de las iniciativas presentadas hace poco más de un año por Andrés Manuel López Obrador, todo ello, todo, fue dejado como encomienda a la nueva presidenta.
Sin embargo, una vez concluido el año fiscal y hechos los ajustes a las estadísticas gubernamentales, se pudo constatar el bajo crecimiento económico, el aumento del déficit público, el endeudamiento histórico del gobierno saliente, la crisis financiera y el empantanamiento de Pemex y de la CFE, junto con las alzas de precios al consumidor final, la persistencia en el desabasto de medicamentos, insumos y personal en las unidades médicas y un largo etcétera de carencias y deficiencias, acumuladas a lo largo, no sólo del sexenio de López Obrador, sino también de quienes lo antecedieron.
Al mantenerse irresolutos los graves problemas nacionales, junto con la evidencia de mayores indicadores de corrupción, así como la expansión de la delincuencia organizada, la presidenta comenzó a tomar medidas, cuidándose de no reconocer las fallas de su antecesor. Sheinbaum ha venido presentando los denominados “planes maestros” o “estrategias” para cada una de las áreas, desde Pemex hasta Mexicana de Aviación, de la reconstrucción de Acapulco hasta las reformas en materia de seguridad pública. De la compra consolidada de medicamentos e insumos a la reforma electoral, adicionada a la ya presentada por AMLO.
No importa si lo reconocen o no, lo cierto es que el cuento de encontrarse México en una buena situación económica, financiera, social y demás es insostenible en el mediano y largo plazo. Y eso no guarda relación con los muy elevados niveles de aprobación de la mandataria, pues, si revisamos, todos los presidentes anteriores tuvieron también altos índices de aprobación popular, aunque sus políticas terminaran siendo un fracaso.
Urge a la actual administración la corrección del rumbo, y ya parece estarlo haciendo, pero sin afectar ni la imagen de AMLO ni al partido/movimiento de Morena. La preocupación principal es la conservación del control político, pero, para ello requieren de, al menos medio enderezar el barco o tener un nuevo villano favorito, un anillo al dedo, como lo fue en su momento la pandemia de COVID.
Acertó usted, si no funciona, ya se tiene al villano: Donald Trump. De eso hablaremos en una siguiente ocasión.
Y para iniciados:
Nunca habíamos visto a un secretario de organización de un partido político rebasar a su líder nacional. Sí, se anticipaba y lo leyeron bien quienes señalaron la inclusión del hijo del expresidente, Andrés Manuel López Beltrán, en la cúpula morenista, como una estrategia perfectamente premeditada. Desde un inicio era a él a quien los morenistas se querían acercar. Hoy, en el proceso de afiliación y re-afiliación partidaria más claro no puede quedar. Luisa María Alcalde Luján no es quien manda en Morena. ¿Estarán de acuerdo con ello las mujeres de Morena?
La información es PODER!!!