Por falta de tecnología, las tienditas de abarrotes no pueden competir contra cadenas de conveniencia, como los Oxxos
La ausencia de sistemas de pago modernos y una oferta de servicios más amplia, como los bancarios, ha puesto a las tiendas de abarrotes tradicionales ante una desventaja competitiva frente a las cadenas de conveniencia, según un estudio publicado en la Revista Internacional de Estadística y Geografía, del Inegi .
“Hay barreras a la competencia entre el canal de venta tradicional y el moderno, esto debido principalmente a la capacidad de procesar pagos con tarjeta (débito, crédito, vales de despensa), que al no existir esta modalidad de pago en el canal tradicional, todo se ve reducido a las transacciones en efectivo”, se lee en el documento.
En el mismo se destacó que desde la pandemia, el pago en efectivo se ha reducido ubicándose en un 83% en el 2020, según datos del Banco de México (Banxico).
El estudio explica que la pandemia cambió el comportamiento de los consumidores y aceleró la transformación digital en el comercio minorista. Con ello, las tiendas de conveniencia fueron las más beneficiadas porque aumentaron las opciones de pago de más servicios.
Además, la demanda por este tipo de ofertas aumentó con la llegada de extranjeros en las principales demarcaciones de las ciudades de México, quienes suelen utilizar divisas internacionales o tarjetas de crédito como sus principales métodos de pago.
“Al concentrar servicios bancarios y de otros tipos, así como comercialización de abarrotes, con distintos medios de pago y horarios extendidos, las cadenas de conveniencia pueden atraer más clientes, ya que si se compara con el canal tradicional, este se vuelve obsoleto”, indicó Benjamín de Jesús Quintana Chimal, analista independiente y autor del estudio.
El especialista destacó que si bien las tiendas de abarrotes enfrentan retos por su limitación tecnológica e inclusión financiera, tienen otras ventajas que pueden aprovechar para mantener su relevancia.
Una de estas ventajas es el precio, ya que es más barato adquirir bienes de consumo en el canal tradicional que en los establecimientos de conveniencia.
“Esta diferencia puede ser aprovechada para absorber los costos asociados con la implementación de servicios adicionales”, como la aceptación de pagos con tarjetas de crédito y débito, subrayó el analista independiente.
Hay más abarrotes en zonas populares.
El estudio se basó en el análisis geográfico y estadístico para identificar patrones en la distribución de tiendas OXXO (por ser la cadena de tiendas de conveniencia más grande del país) y de abarrotes en la Ciudad de México y el Estado de México.
Destaca que las colonias con mayor densidad de tiendas OXXO en la Alcaldía Cuauhtémoc son Roma, Condesa, Hipódromo y Juárez , conocidas por ser zonas de alta plusvalía y preferidas por los extranjeros.
En la demarcación Benito Juárez, las colonias Nápoles, Del Valle y San Pedro de los Pinos también presentan una alta concentración de tiendas OXXO.Juárez, las colonias Nápoles, Del Valle y San Pedro de los Pinos también presentan una alta concentración de tiendas OXXO.
Mientras que las tiendas de abarrotes se ubican, generalmente, en mayor número en zonas más populares de la Ciudad de México, como Tlatelolco, Peralvillo, Maza y Tepito en Cuauhtémoc, y Moderna, Nativitas, Niños Héroes, Álamos y Portales.Tlatelolco, Peralvillo, Maza y Tepito en Cuauhtémoc, y Moderna, Nativitas, Niños Héroes, Álamos y Portales.
El estudio también refiere que la ciudad de Toluca es la segunda área geográfica con más sucursales de OXXO y tiendas de abarrotes en el Estado de México. En este municipio, la concentración de comercio de abarrotes se encuentra en el centro, con 162 sucursales de OXXO y 4,147 tiendas de abarrotes.Toluca es la segunda área geográfica con más sucursales de OXXO y tiendas de abarrotes en el Estado de México. En este municipio, la concentración de comercio de abarrotes se encuentra en el centro, con 162 sucursales de OXXO y 4,147 tiendas de abarrotes.
Según Nielsen, un mexicano recorre en promedio cuatro cuadras para llegar a una tienda de abarrotes.
Fuente: El Economista