¿POR QUÉ SON TAN MENTIROSOS LOS POLÍTICOS?
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 30 de julio de 2024
La aprehensión de los narcotraficantes mexicanos Ismael “El Mayo” Zambada García y Joaquín Guzmán López (hijo de “El Chapo” Guzmán Loera) en territorio estadounidense (San Diego, California) el jueves de la semana pasada (25 de julio), metió en un berenjenal a las más altas autoridades de nuestro país, principiando por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien hasta la conferencia mañanera de este martes seguía saliéndose por peteneras, negando la participación de fuerzas de seguridad federales en el espinoso asunto y evitando confirmar que, según puede deducirse por la información extraoficial trascendida hasta ahora, se trató de una incursión del gobierno de Estados Unidos sobre algún lugar de Sonora o Chihuahua.
Ni siquiera un niño de primaria acepta que AMLO no estuviera informado respecto a la captura de dichos narcotraficantes. Gracias a la información difundida hasta hoy de manera informal por diversos medios de comunicación, es fácil inferir que López Obrador ha buscado eliminar, a base de mentiras y tergiversación de datos, la posibilidad de que el poderoso Cártel de Sinaloa culpe a las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, entre otras autoridades mexicanas, de haber participado en la entrega de “El Mayo” y uno de los “chapitos” al gobierno estadounidense.
Conforme pase el tiempo y las aguas retornen a su nivel, habremos de conocer datos más concretos sobre lo que realmente sucedió. Sin embargo, los dos líderes del Cártel de Sinaloa ya están a buen recaudo en prisiones norteamericanas, a la espera de ver iniciados sus procesos penales. Es sin duda alguna un éxito para las agencias antidrogas de EE. UU. Y un punto a favor del presidente Joe Biden.
Aquí quiero referirme, una vez más, a la patología de la mentira entre la sociedad mexicana, pero sobre todo a la forma tan simplista con que mienten los políticos y funcionarios mexicanos. Aquello de “no mentir, no robar y no traicionar”, tan cacareado por la 4T, resultó ser pura demagogia.
Llevamos casi un sexenio observando la misma mecánica de desinformación frente a los dislates de AMLO y sus principales aliados. Cuando han empleado las mentiras tal como recientemente lo hacen en torno al “Caso Zambada”, siempre buscan desviar la atención y confundir a la opinión pública nacional con el fin de proteger a alguien o protegerse.
¿Por qué la realidad social mexicana está tan ligada con la mentira? Esto se debe a una tradición heredada de autoritarismo, a la difícil inserción de México en la modernidad, a la complicada posición del país frente a Estados Unidos, América Latina y Europa y a las condiciones de sobrevivencia en la sociedad mexicana, ya que en todos los estratos la pobreza va de la mano con el imperativo de proteger a toda costa el estatus que se ha alcanzado.
La existencia del caudillaje, como el ejercido por AMLO; el convencimiento del poder de la palabra para crear la realidad y no solamente para describirla (“si digo algo, ese algo es”); la necesidad de que el país se perciba como capaz de cumplir los grandes proyectos de la Cuarta Transformación en el contexto de las dificultades tanto de la modernidad como de las relaciones internacionales; el deseo de demostrar que México es el primus inter pares en América Latina; y la simple y llana incapacidad del sistema económico —incrementada por la incontenible corrupción, la falta de rendición de cuentas y el fraude para las aspiraciones sociales y políticas— son las causas por las cuales la mentira es siempre y desde siempre la forma de encubrir las deficiencias, incompetencias, manifestaciones de cinismo y privilegio tanto de la ideología como de la pragmática, por encima del análisis social objetivo.
El resultado es una caracterización densa, absorbente y brutalmente enfurecida de la vida mexicana con todas sus texturas.
Hoy por hoy, la mentira aparece con mucha más fuerza en la vida pública del país. Y gran cantidad de mentiras salieron a diario del Palacio Nacional desde hace casi seis años.