Presiona Rafael Reyes para dejar heredero en Jiutepec; busca imponer a su cuñado David Ortiz, con el objetivo de encubrir sus tropelías
REDACCIÓN DE LA CRÓNICA DE MORELOS
Lunes 29 de enero de 2024
¿Y su nieve de qué sabor la quiere? Lo anterior bien se le podría preguntar al alcalde de Jiutepec, Rafael Reyes Reyes, quien a toda costa pretende que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) postule a su cuñado, de nombre David Iván Ortiz Muñiz, como candidato a presidente municipal.
Reyes Reyes llegará dentro de unos meses al final de su administración, sin poder reelegirse (ya lo hizo una vez en 2021), y a estas alturas del proceso electoral han trascendido sus exigencias a la mismísima Margarita González Saravia, candidata de Morena a la gubernatura, para lograr su pernicioso propósito.
En Jiutepec es un secreto a voces que el edil anhela, de manera obcecada, dejar a alguien de su entera confianza al frente del gobierno municipal, con el evidente objetivo de que le cubran las espaldas y no se investigue el presunto enriquecimiento inexplicable logrado en casi seis años al frente del Ayuntamiento. Y el mejor prospecto es su cuñado David Iván Ortiz Muñiz, hoy responsable de dirigir la “Casa de Gestión”, sita en la calle Rinconada Bugambilia de Jiutepec, desde donde el susodicho personaje ejerce el poder otorgado por su pariente político.
Sin embargo, la tristemente célebre “Casa de Gestión” es conocida realmente por propios y extraños como la “Cueva de Alí Babá”, pues ahí se gestan los negocios y demás conductas discrecionales del presidente municipal y su principal círculo de cómplices. Su cuñado David Iván Ortiz es el encargado de analizar a fondo cualquier cantidad de contratos, con el objetivo de solicitar lucrativas comisiones. Y no es el 10, ni tampoco el 20 por ciento lo solicitado, sino hasta el 40 por ciento de cada transacción. Por eso es evidente el enriquecimiento de Rafael Reyes, cuya situación patrimonial y la de infinidad de sus familiares se resolvió para décadas futuras.
En el proceso electoral de 2015, Rafael Reyes pretendió imponer como su suplente al multicitado David Iván. Allá y entonces, el ahora alcalde se quedó con las ganas de planificar adecuadamente su porvenir. Vislumbró la necesidad de llegar al poder municipal, conseguir la reelección y consolidar el proyecto de dejar a un heredero durante seis años más. Eso es lo que ahora busca con el famoso cuñado.
Otro secreto a voces en Jiutepec es que “Alí Babá”, en 2021, puso a la venta un automóvil VW Jetta, con valor de 115 mil pesos. Lo que posteriormente se sabría es que el propio Ayuntamiento se lo compró, a través del Sistema de Conservación, Agua Potable y Saneamiento de Agua. El mismo vehículo, para sorpresa de la ciudadanía, apareció rotulado y entregado al personal de ese organismo.
Es importante referirse a la egolatría de Rafael Reyes, quien al no resultar favorecido en la pasada encuesta de Morena para elegir a la candidata a la gubernatura, exigió ser candidato a senador de la República, sin conseguirlo. Luego buscó ser abanderado a una diputación local, lo cual tampoco le fue aceptado. Se dice que ahora pretende llegar a una curul del Congreso local, lo cual aún no se le cumple. Y en escala descendente, pronto podría informarse a los ciudadanos de Jiutepec que ni siquiera le darán la plaza de pepenador en algún tiradero de basura.