PRESUPUESTO FEDERAL DEFICITARIO
¡Entre semana!
26 de noviembre 2024
Eduardo Ángel Cinta Flores
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Hacer glosa del Presupuesto Federal, siempre ha sido tarea difícil, no tanto por el análisis matemático-financiero, para eso están los expertos en materias de ciencias de lo fiscal, financiera, económica, actuaría o matemáticas. No es fácil encontrar los números referenciales ocultos en las tablas, las fórmulas trucadas o dolosamente manipuladas. Eso, lo corruptamente hecho, es lo difícil de encontrar.
Hacer comentario pormenorizado sobre el Paquete Económico de la Federación requiere de espacio y tiempo. Este presupuesto recientemente entregado al Congreso por el secretario de Hacienda Ramírez de la O merecerá que me ocupe en cuando menos tres comentarios para señalar lo relévate en temas de riesgo que merezcan atención.
El Paquete Económico 2025 que supuestamente sostendrá al primer año del ejercicio de la Doctora Claudia Sheinbaum, según los analistas, refleja un preocupante retroceso en la responsabilidad fiscal, pues los ajustes al gasto social e inversión, aunque significativos, no garantizan la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Los artículos 16 y 17 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria establecen como principal principio de responsabilidad fiscal el equilibrio presupuestario. Esto implica que los ingresos y los gastos deben ser iguales, sin considerar el gasto en inversión y es así que bajo esos criterios se debe presentar el Presupuesto Federal.
Con este preámbulo surge la siguiente pregunta: ¿Es responsable el presupuesto 2025? La respuesta es no, no es responsable el presupuesto 2025.
Para el inicio de esta administración se espera el mayor déficit de la Cuarta T, podría ser mayor de no cumplirse el superávit de las empresas públicas, lo cual, en términos reales, es imposible que lo logren. Por otro lado, hay un gran costo financiero que quita recursos al presupuesto ya que todo indica que el Gobierno se endeudará más de lo que está para pagar, ya no el servicio de la deuda, sino solo los intereses de la misma. Para esto se propone como metas fiscales el balance presupuestario sin gasto de inversión, y los Requerimientos Financieros del Sector Público, o el déficit público como lo conocemos.
Con estos dos indicadores, se deberían establecer dos metas que todo presupuesto elaborado con responsabilidad debe seguir:
Que el balance presupuestario sin inversión sea igual a cero y, que dichos requerimientos sean de tal magnitud que se mantenga estable el saldo de la deuda pública frente al año anterior, repito con lo declarado por la Doctora Sheinbaum de sostener los programas sociales, los que ya no puede regresar o cancelar por el impacto que tendría en los mexicanos, el continuar sosteniendo a PEMEX y CFE como Empresas Productivas del Estado con un cómplice subsidio, son metas inalcanzables.
La propuesta incumple principios fundamentales, como la Regla de Oro de la deuda y el equilibrio presupuestario. Entendamos la Regla de Oro de la deuda pública, también conocida como límite constitucional del déficit, es una disposición que busca restringir el gasto del gobierno para que no supere lo que recauda. De esta manera, se limita el aumento de la deuda pública y se garantiza la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo.
Al no reestructurar las crecientes presiones en los programas sociales y asegurar ingresos sostenibles, los riesgos fiscales no sólo persisten, sino que se agravan, poniendo en duda la capacidad del Estado para cumplir sus obligaciones y derechos fundamentales.
Difícil se avizora la proyección económica para el segundo piso de la Cuarta T, no solo al cimentar su construcción en la irrealidad, pero si contemplando que el gasto de inversión total (inversión en infraestructura e inversión financiera) sea de 996 mmdp, mientras que se espera un déficit presupuestario por 1,170 mmdp, por lo que al restarle al déficit presupuestario los 996 mmdp, queda un déficit presupuestario real sin inversión por 173 mmdp. Esto implica que no se está considerando el principio de equilibrio presupuestario sin inversión, lo cual podría ser la razón de que Hacienda incumplirá con el principio de responsabilidad hacendaria.
AMLO inició su sexenio con un superávit por 126 mmdp, presentando un primer paquete muy responsable. Sin embargo, con Sheinbaum su primer paquete es presentado sin el principal indicador de responsabilidad hacendaria, que, al calcularlo observadamente, da un déficit sin inversión por 173 mmdp, faltando muy riesgosamente al principio de presupuesto equilibrado.
Ayer la Comisión de Hacienda y Crédito Público envío una muy mala señal a los mercados financieros y calificadoras de riesgo crediticio al aprobar con 22 votos a favor, 10 en contra y cero abstenciones el dictamen con proyecto de decreto que expide la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2025.
El gobierno federal con el Presupuesto 2025 presentado, dolosamente incumple principios fundamentales de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, trata de ocultar ese gran déficit ya que no tiene de dónde obtener recursos frescos y legales para superar y menos para solucionar el resultado negativo anticipado. Conviene que en la revisión que de él hace el Congreso de la Unión, con responsabilidad le rasuren los conceptos fastuosos, innecesarios y de subsidio.
Me pregunto ¿qué estrategia económica – financiera tiene el gobierno de la Cuarta T para enfrentar esta grave situación más la anunciada avalancha que viene del norte? El Plan México de Prosperidad Compartida que mañana supuestamente presentará la Doctora Sheinbaum, debe contener no solo el análisis de los beneficios para los Estados Unidos que según ella tendrá, sino más bien el orden que aportará en los compromisos asumidos y no cumplidos en el T-MEC, en el control de tráfico de drogas, así como la situación humana del problema migratorio.
Esta historia continuará…
Amigos como siempre les dejo un saludo ¡con mucho afecto!