PROPAGANDA Y CLIENTELA
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Lunes 30 de octubre de 2023
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dedicó todo el fin de semana y la conferencia de prensa mañanera de este lunes a defenderse de sus crecientes adversarios políticos. Lo ha hecho con relación a la devastación de Acapulco y municipios aledaños a ese centro turístico por el huracán Otis.
Pero, además, su discurso volvió a subir de tono contra las críticas difundidas por propios y extraños a través de los grandes medios de comunicación y las redes sociales, llenas de graves señalamientos a los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal) por múltiples causas. Desde mi particular punto de vista una importante cantidad de esos mensajes buscan sobajar y destruir la imagen del partido gobernante, Morena, de cara a las elecciones presidenciales de 2024. De ahí surge en AMLO la imperiosa necesidad de defender a su administración y preservar su imagen entre la clientela morenista empadronada en los Programas de Bienestar. La mañanera de este lunes estuvo dirigida a la clientela de Morena.
Cualquier número de personajes busca sacar raja electoral, pero, fuera máscaras, el propio hombre nacido en Macuspana, Tabasco, hizo lo mismo durante el régimen de Peña Nieto, entre 2012 y 2018. Aún recuerdo cuándo López Obrador le sugirió a Peña Nieto dejar la presidencia de la República para atenderse un problema de salud. Lo hizo en tono burlón, de lo cual abundan los testimonios en las hemerotecas.
Algunas noticias difundidas por medios formales e informales, efectivamente, se vinculan a estrategias de ataque hacia el gobierno de la República, como las que enfrentó en septiembre de 2017 el entonces gobernador de Morelos, Graco Ramírez, respecto al destino de la ayuda humanitaria que estaba siendo enviada desde diferentes regiones del país a los municipios destruidos por el terremoto. Sobre todo Twitter se llenó de mensajes cuyo objetivo fundamental era destruir al titular del Poder Ejecutivo estatal.
Al pasar el tiempo supimos que la multiplicación de los tuits y más noticias ficticias en Facebook se coordinó desde diversos puntos de Guadalajara, Jalisco, por agencias especializadas en el manejo de redes sociales, con enorme daño a la imagen del gobernador y su esposa Elena Cepeda, a la sazón presidenta del DIF-Morelos. Los mensajes falsos coincidían en indicar que la ayuda humanitaria estaba siendo desviada por órdenes superiores a oficinas del DIF estatal, con fines electorales, lo cual era una reverenda mentira. Se buscaba que la ayuda humanitaria no solo se dirigiera a Jojutla, sino también a otros municipios destruidos, para lo cual era necesario concentrarla en un punto de distribución, lo cual finalmente se llevó a cabo. Pero, como ya se dijo, el daño a las figuras gubernamentales estaba consumado.
Hoy, a control remoto desde Palacio Nacional, López Obrador presuntamente coordina las acciones del gobierno federal en la zona devastada por Otis. No solo Acapulco, sino más localidades de la Costa Grande de Guerrero, también necesitan apoyo. Mucho me temo que la reconstrucción trascenderá a este gobierno, mismo que concluirá el último día de septiembre de 2024. Datos realistas señalan que para recobrar la actividad turística de Acapulco previa a la catástrofe, por lo menos se necesitarán cinco años.
Como Dios les dio a entender, los más encumbrados funcionarios del gobierno federal, así como otros del estatal, están trabajando para buscar soluciones, pero la realidad la conoce a plenitud, por ejemplo, el personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), mismo que trabaja a marchas forzadas, día y noche, para restablecer el servicio de energía eléctrica. Y otro esfuerzo también debe estar a cargo de la Guardia Nacional y personal de tropa de la Sedena para paliar la tragedia humanitaria.
Es decir: aunque las instrucciones desde Palacio Nacional sean difusas o inoperantes, los trabajadores de a pie están esforzándose para cumplir con su responsabilidad. Son hombres y mujeres que no saben nada de conferencias de prensa mañaneras, ni de luchas electorales y tampoco de enfrentamientos entre políticos machuchones.