¿QUÉ SIGNIFICA PERSEGUIR DE OFICIO LA EXTORSIÓN?
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 09 de julio de 2025
La presidenta Claudia Sheinbaum impulsa una iniciativa de reforma constitucional para establecer la persecución de oficio de las extorsiones, un delito que ha causado un daño significativo a la sociedad mexicana, particularmente en estados como Morelos, donde en años recientes ha afectado gravemente a comerciantes, empresarios y ciudadanos en general. Esta propuesta busca facultar a las autoridades para actuar de manera proactiva, sin depender de la denuncia de las víctimas, con el objetivo de combatir la impunidad y fortalecer la seguridad pública frente a un crimen que vulnera la tranquilidad y el desarrollo económico de las comunidades.
Perseguir de oficio las extorsiones significa que las autoridades, como la fiscalía o la policía, pueden iniciar una investigación y actuar contra este delito sin necesidad de que la víctima presente una denuncia formal. En muchos países, la extorsión es considerada un delito grave que afecta la seguridad pública, por lo que se persigue de oficio, es decir, el Estado asume la responsabilidad de investigarlo y sancionarlo, incluso si la víctima, por miedo o coerción, no denuncia. Esto busca garantizar que los responsables enfrenten consecuencias legales y se proteja a la sociedad de este tipo de crimen.
La persecución de oficio es crucial porque las víctimas de extorsión suelen estar bajo amenaza o intimidación, lo que puede disuadirlas de denunciar. Al permitir que las autoridades actúen de manera proactiva, se reduce la impunidad y se envía un mensaje claro: el Estado no tolerará este tipo de conductas. Por ejemplo, si la policía detecta un patrón de extorsiones en un área, puede intervenir sin esperar una queja formal, recopilando pruebas como grabaciones, mensajes o testimonios para construir un caso sólido.
Sin embargo, este enfoque no está exento de desafíos. La persecución de oficio requiere recursos, coordinación entre instituciones y, sobre todo, confianza en el sistema judicial. En contextos donde la corrupción o la ineficiencia son problemas, las víctimas pueden dudar de la efectividad de las autoridades, incluso si el delito se persigue de oficio. Además, las investigaciones deben ser minuciosas para evitar errores judiciales o la criminalización de inocentes, lo que exige profesionalismo y acceso a tecnología adecuada.
En conclusión, perseguir de oficio las extorsiones refleja el compromiso del Estado para combatir un delito que vulnera la libertad y la seguridad de las personas. Aunque es un mecanismo poderoso, su éxito depende de la capacidad de las instituciones para actuar con rapidez, transparencia y eficacia. Fortalecer la confianza ciudadana y garantizar recursos suficientes son pasos clave para que esta herramienta cumpla su propósito de proteger a la sociedad y castigar a los culpables.