¿QUÉ TANTO PODRÁ PROTEGER MORENA A LOS SUYOS?
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Viernes 25 de julio de 2025
No parece haber ninguna forma lógica en que Morena pueda defender a quienes por sus propios actos o sus dichos son sujetos a fuertes cuestionamientos y objetos de dudas razonables.
Personajes como sus distinguidos parlamentarios, gobernadores, alcaldes y funcionarios de partido, con todo y la ausencia de medidas para investigar y esclarecer, de manera efectiva, si son responsables o no de haber caído en conductas ilícitas o moralmente reprobables, ponen en entredicho la credibilidad, si no del movimiento, sí de ciertos personajes que lo integran y representan.
No es extraño que se defiendan y protejan entre ellos. Así lo han hecho y lo harán en cualquier grupo y organización social. Sin embargo, ¿hasta qué punto es posible defenderlos, sin poner en riesgo su proyecto político en el futuro inmediato? ¿Qué tanta fortaleza puede llegar a dilapidar Morena en el proceso? ¿Alcanzarán los programas sociales, el poder público y los recursos del partido para sostener no la lealtad de sus estructuras, sino la credibilidad y la intención del voto no partidario?
Recordemos un poco la historia, porque sí es cierto, todo se repite. En los tiempos de la hegemonía priista, tuvieron que sacrificar no una, varias carreras políticas personales o de grupos, no cuando se volvían indefendibles, sino en los momentos en que así convenía para la estabilidad del sistema. Dos exdirectores de PEMEX, varios exgobernadores, legisladores y múltiples funcionarios, considerados antes consentidos del régimen, enfrentaron procesos judiciales. Entre ellos ha habido tanto absueltos como condenados.
Casos icónicos como el de Mario Villanueva Madrid, Joaquín Hernández Galicia, Raúl Salinas de Gortari, Rodrigo Medina, Javier Duarte y tantos más están ahí para el análisis. Todos ellos formaron parte de las cúpulas en el poder. Y el problema, como hoy, no era si se sabía de sus actividades ilícitas o contubernios con el crimen organizado, sino si se les podía probar.
Al final, hay unos que la libran y otros que no. Pero, lo cierto, es que cuando dejan de contar con el manto protector del poder caen en las peores desgracias imaginables. Lo menos es el retiro, el ostracismo o el exilio dorado en algún encargo diplomático. Lo fuerte, lo imborrable, es cuando llegan a ser identificados con un número de prisionero, tras ser encontrados culpables, al menos de uno de los delitos que se sabe cometieron, aunque no se puedan o no se quieran probar otros más.
Tuvieron que pasar varios sexenios para que la cúpula del sistema hegemónico del siglo pasado tomara decisiones de someter ante juzgados a miembros de la familia revolucionaria. Hoy, a poco más de seis años de su arribo al poder presidencial, Morena ya enfrenta esos dilemas. ¿Hasta dónde serán capaces de mantener la protección para estos personajes?
Y PARA INICIADOS:
Las declaraciones a los medios de comunicación de los responsables de la seguridad pública en el estado y las alcaldías no convencen. Presumen una estadística de casos registrados a la baja que no cuadra con la percepción de inseguridad entre los ciudadanos. No me crea a mí, nada más porque sí. Revise los datos oficiales del INEGI y del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública. Para muestra un botón: Morelos, todos los días, o casi, aparece en los primeros lugares de homicidios dolosos.
La información es PODER!!!