RATEROS INSTITUCIONALIZADOS
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Viernes 24 de enero de 2024
A través de la red social X, este viernes circuló un vídeo donde se observa al representante de alguna autoridad en el retén San Roberto de Galeana, Nuevo León. Cualquier cantidad de usuarios de X pudimos ver la forma en que exigió dinero a los tripulantes de una camioneta. No se identifica, ni se define a qué corporación podría pertenecer. ¿FGR? ¿Ministeriales de NL? ¿Guardia Nacional? Pero, evidentemente, se trató del agente de alguna corporación. La exigencia, obvio, fue una clarísima extorsión. En base a lo anterior quiero hacer las siguientes reflexiones.
El problema de la honestidad y la integridad dentro de las corporaciones de gobierno en México se ha exacerbado debido a la estructura de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal. Cada nivel tiene sus propias responsabilidades y formas de operar, lo que puede generar inconsistencias y oportunidades para la corrupción y la falta de ética. En el caso específico que mencioné al principio, este representante de la autoridad en un retén de Galeana, Nuevo León, extorsiona a los ciudadanos. Ello refleja una problemática común en la que las prácticas corruptas no se limitan a un solo nivel de gobierno, sino que permean en cualquiera de ellos. La falta de transparencia y la corrupción a menudo son facilitadas por la fragmentación entre estos niveles, donde la supervisión y la rendición de cuentas pueden ser deficientes, permitiendo que individuos con inclinaciones hacia actividades ilícitas se infiltren en las corporaciones de seguridad.
La Secretaría de la Función Pública, a nivel federal, tiene como tarea principal vigilar y sancionar las irregularidades de los servidores públicos, pero su capacidad de acción se ve limitada cuando se trata de corporaciones a nivel estatal o municipal, donde los controles y las sanciones varían ampliamente en efectividad.
Un estudio elaborado entre 2012 y 2014 en la entonces denominada Secretaría de Seguridad Pública de Morelos detectó a agentes inclinados al suicidio y/o al asesinato. Allá y entonces, como quizás pudiera repetirse en la actualidad, se demostró cómo la selección de personal puede ser deficiente, permitiendo el ingreso de individuos con problemas de salud mental o con tendencias violentas, lo que no solo pone en riesgo la integridad de las corporaciones, sino también a la sociedad en general. Este fenómeno no es exclusivo de Morelos; ejemplos similares se han documentado en otras regiones, como la violencia y el suicidio dentro de la Guardia Nacional, donde el estrés, el alcoholismo y el uso de drogas han sido factores significativos en incidentes graves.
En el contexto de la integridad y la honestidad, la implementación de un Sistema Nacional Anticorrupción y la promoción de prácticas de gobierno corporativo ético son esenciales, pero enfrentan retos significativos. El análisis de la OCDE sobre México señala la corrupción como uno de los mayores obstáculos para el desarrollo y la justicia, indicando que las reformas anticorrupción necesitan ser más robustas y efectivas. La ética corporativa incluye la transparencia, la responsabilidad y la prevención de conflictos de interés, aspectos que deben ser inculcados desde la selección y capacitación de los nuevos miembros de las corporaciones de seguridad. Sin embargo, la falta de una cultura ética sólida a todos los niveles de gobierno y la resistencia al cambio dentro de las instituciones pueden frustrar estos esfuerzos.
Para abordar estos problemas, es crucial la colaboración entre los tres niveles de gobierno para establecer estándares uniformes de reclutamiento, formación y supervisión de los agentes de seguridad. Además, es imperativo que las corporaciones tengan acceso a apoyo psicológico y programas de bienestar que ayuden a mitigar los factores de estrés y otros problemas de salud mental que pueden llevar a comportamientos desviados. La sociedad civil y los medios de comunicación también juegan un papel vital en la vigilancia y denuncia de estas prácticas, promoviendo una mayor transparencia y exigiendo la rendición de cuentas. Solo mediante un enfoque integral y una reforma profunda en la cultura organizacional se podrá aspirar a corporaciones de gobierno más honestas e íntegras en México.
Aquí les presentamos el vídeo de la extorsión.