Remuneraciones de Ministros de la SCJN: ofensivas frente las penurias de los mexicanos
LA CRÓNICA DE MORELOS. Jueves 31 de octubre de 2024.
La remuneración de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en México, que incluye salarios y prestaciones que alcanzan los 500 mil pesos mensuales, siempre ha generado un amplio debate sobre el equilibrio entre independencia judicial y austeridad.
Esta cifra, considerablemente superior al promedio salarial en el país, se argumenta como un mecanismo necesario para preservar la independencia de los jueces, evitando que puedan ser influidos por presiones externas o dependencias financieras. Sin embargo, en un contexto de crecientes desigualdades económicas y políticas de austeridad implementadas en diversos sectores del gobierno, estos altos ingresos resultan controvertidos y a menudo provocan una percepción de distanciamiento entre el Poder Judicial y la ciudadanía.
La polémica se ha intensificado por las percepciones de desigualdad, especialmente cuando se compara el haber de retiro de los ministros, que ronda los 283.000 pesos mensuales, con las pensiones promedio en el país. Para algunos sectores, este esquema de ingresos pone en cuestión si realmente es necesario mantener tan altos sueldos para asegurar una judicatura íntegra y competente. La opinión pública, cada vez más crítica, sugiere que una revisión de los salarios en el Poder Judicial podría no sólo reducir el gasto público, sino también acercar a los jueces al contexto económico de la mayoría de los ciudadanos, fortaleciendo su legitimidad y la percepción de imparcialidad en el ejercicio de su función vinculada a la justicia.
En este contexto, es importante subrayar que Arturo Zaldívar, exministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y actual funcionario de la Presidencia de la República, recibe aproximadamente 283 mil pesos mensuales como haber de retiro. Tal cifra está establecida por la Ley Orgánica del Poder Judicial. Este pago es parte de un sistema diseñado presuntamente para garantizar la independencia judicial, aunque ha sido objeto de controversia debido a la percepción de ser una cifra elevada comparada con el salario de la inmensa mayoría de mexicanos.
La ex ministra, ex senadora y actual diputada federal Olga Sánchez Cordero también recibiría un haber de retiro en el mismo rango, es decir aproximadamente 283mil pesos mensuales. Sobre eso no dicen nada dichos personajes.
Los altos salarios y beneficios de los ministros en México, durante décadas, fue un tema recurrente en el debate público, especialmente cuando se comparan con los ingresos promedio de la población y en el contexto de políticas de austeridad. Pero un presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se atrevió a tocarlos, lo cual no había sucedido jamás.
Desde el inicio de su administración, López Obrador centró sus políticas en la austeridad republicana, argumentando que los funcionarios públicos deben ser servidores al servicio del pueblo y no beneficiarse de privilegios que, según él, son ofensivos frente a las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos. Dentro de este marco, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), históricamente percibida como un órgano autónomo e intocable, pasó a ser objeto de escrutinio.
López Obrador, centenares de veces, manifestó que los altos salarios de los ministros y los haberes de retiro perpetúan una casta privilegiada que se encuentra alejada de las necesidades y realidades de la población. La motivación del hoy ex presidente, en este sentido, iba más allá de la reducción de gastos; su crítica buscaba un cambio cultural y de percepción sobre el servicio público, eliminando lo que consideraba “lujos injustificados”.
Además, López Obrador consideraba que la independencia judicial no debe depender de sueldos elevados, sino de un compromiso ético y de servicio hacia el país.
En su discurso, los altos salarios en la SCJN representan una contradicción con los principios de justicia social que promovía su administración. El entonces presidente insistía en que la reducción de estos sueldos y prestaciones sería una medida de “justicia económica” para disminuir la distancia entre las instituciones y los ciudadanos.
Al tocar a la SCJN, López Obrador también se posicionó como un defensor de la igualdad y un líder dispuesto a desafiar estructuras de poder que históricamente habían escapado de la fiscalización. Esta postura, aunque había recibido críticas y reacciones de resistencia en el Poder Judicial, se alineó con su narrativa de transformación de fondo.
Sin embargo, hay contradicciones entre morenistas de hoy, con la condición que disfrutaron en el ayer. Dos ejemplos son los de Arturo Zaldívar y Olga Sánchez Cordero, quienes siempre se han promocionado como defensores de la 4T, pero ocultando sus exorbitantes percepciones, primero como ministros en retiro, y luego incrustados en diferentes ámbitos de la administración morenista y en el Congreso mayoritariamente dominado por Morena. La dama es diputada federal por el partido guinda.