SOLIDARIDAD Y EXIGENCIA DE JUSTICIA ANTE UN CRIMEN ATROZ
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 28 de mayo de 2025
La noche de este martes 27 de mayo de 2025, Cuernavaca se estremeció con el artero asesinato de Sara Rendón Parra, hija de la destacada abogada Sara Olivia Parra Téllez, directora del Centro de Justicia para Mujeres de la Fiscalía General del Estado de Morelos. El crimen ocurrió en la colonia El Empleado, en un aparente intento de asalto sobre la avenida Domingo Diez, donde Sara, de 34 años, fue atacada a balazos mientras conducía su camioneta Mazda negra. Una mujer de la tercera edad que la acompañaba resultó herida y se encuentra delicada en un hospital. Este hecho no solo enluta a una familia, sino que sacude a la sociedad morelense, que clama por justicia ante la creciente ola de violencia.
Expreso mi más profunda solidaridad con Sara Olivia Parra Téllez, a quien conozco desde hace muchos años y con quien me une una sincera amistad. Su trayectoria como abogada y servidora pública en Morelos es impecable, marcada por un compromiso incansable con la justicia y la defensa de los derechos de las mujeres. Este golpe, el asesinato de su hija, es una tragedia que ninguna madre debería enfrentar. Mi corazón está con ella, su familia y seres queridos en este momento de dolor indescriptible, confiando en que encontrarán la fortaleza para sobrellevar esta pérdida.
Las autoridades ministeriales ya investigan el caso, y la gobernadora Margarita González Saravia ha asegurado que este crimen no quedará impune. Como ciudadano y amigo, me uno a esta exigencia de justicia. La Fiscalía General del Estado de Morelos tiene la responsabilidad de esclarecer los hechos, identificar a los culpables y garantizar que enfrenten todo el peso de la ley. No podemos permitir que la impunidad se imponga en un estado que ya sufre los embates de la inseguridad. La memoria de Sara Rendón Parra merece que se actúe con celeridad, transparencia y eficacia para que este caso no se sume a la larga lista de crímenes sin resolver.
Este trágico suceso nos obliga a reflexionar sobre la situación de violencia que aqueja a Morelos y a redoblar esfuerzos para construir un estado más seguro. La pérdida de Sara Rendón Parra no es solo un dolor familiar, sino un recordatorio de la urgencia de trabajar en conjunto: autoridades, sociedad y medios, para frenar la inseguridad que arrebata vidas y destruye familias. Que este caso marque un punto de inflexión, que la justicia prevalezca y que la memoria de Sara inspire un cambio. Hoy, Morelos llora, pero también exige justicia. Por Sara, por su madre, por todos nosotros.