TODO SEA POR LA DISPUTA DE RECURSOS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta
Miércoles 21 de febrero de 2024
El principal atractivo para formar parte de la administración pública en cualquiera de los tres niveles de gobierno son los altos sueldos cobrados por la “burocracia dorada” y la disponibilidad de múltiples recursos, aspectos que merman el Producto Interno Bruto de nuestro país. Desglosemos.
El próximo domingo 2 de junio del año en curso se llevará a cabo La Madre de Todas las Elecciones, cuando se disputarán infinidad de cargos, la mayoría sufragados con los recursos pagados al erario por los sufridos contribuyentes mexicanos. Se trata de puestos improductivos, lejanos de la generación de riqueza. Gobernadores y gobernadoras, senadores, diputados federales y locales, y miles de miembros de cabildos municipales se embolsan mes a mes, por lo menos, entre 80 y 100 mil pesos. Por eso abundan quienes aspiran a ser candidatos de cualquier cantidad de partidos a esos cargos. Hay quienes serían capaces de vender hasta a su propia progenitora con el fin de alcanzar tan suculentos huesos.
El reacomodo de fuerzas, allende el 2 de junio de 2024, irá acompañado de la distribución de canonjías, destacando las áreas donde se maneja la mayor cantidad de recursos financieros y materiales. El Congreso del estado es el mejor ejemplo, pues siempre se convierte en una espléndida arcadia financiera y en una agencia de colocaciones. Ahí abundan los recursos y el tráfico de influencias.
Aquí me referiré al conflicto social que, según la visión de los más importantes maestros de la sociología moderna, se presenta cuando hay sujetos con intereses diversos, que actúan de manera conflictiva acerca del disfrute de bienes y ventajas, tanto materiales como espirituales. Las diferentes conceptualizaciones sobre “el conflicto” acentúan determinados aspectos: unas subrayan la incompatibilidad de intereses u objetivos; otras, el objeto del conflicto (posesión de valores o de cosas, enfrentamiento de poderes, luchas por los derechos); y otras, se centran en las frustraciones o impotencias producidas en actores que no consiguen lo que quieren.
La historia morelense muestra que las disputas políticas surgieron después de que los actores fundamentales desconocieron los mecanismos pacíficos para solucionar los conflictos, e incluso recurrieron a la violencia para “resolverlos”. Los actores políticos, hasta hoy, se enfocan en una faceta de las controversias: la destructiva. Aquí recordaré lo que me comentó hace muchos años un alto funcionario recién entronizado en el poder: “A los de enfrente ya les tocó bailar. Ahora que se sienten y vean bailar a otros”. Y otro personaje, siendo funcionario de un régimen saliente, me deslizó su opinión el día de la toma de posesión del nuevo gobernador y su gabinete. Me señaló el Palacio de Gobierno y me dijo: “Imagina el enorme pastel que les espera”.
Y hacia allá se encaminan todos los partidos políticos en la coyuntura electoral.
Llegó la hora para la disputa del poder, o del dinero. De ello se desprende la actitud beligerante de los dirigentes de todos los partidos. Quien esté libre del tráfico de influencias, que tire la primera piedra.