Transportistas se resisten a garantizar salario y prestaciones a trabajadores del volante; la CGMyT va tras esas mejoras laborales
La Coordinación General de Movilidad y Transporte (CGMyT) anunció que se encuentra analizando la viabilidad de otorgar salario y prestaciones a los trabajadores del volante, una medida que busca mejorar las condiciones laborales de los conductores del transporte público.
Sin embargo, esta propuesta ha encontrado resistencia por parte de los líderes transportistas, quienes consideran que, aunque la iniciativa podría ser positiva, su implementación no es factible en el contexto actual.
Jorge Alberto Barrera Toledo, coordinador general de Movilidad y Transporte, destacó la importancia de atender las necesidades de los conductores, no solo en términos económicos, sino también en aspectos relacionados con su salud física y mental. Señaló que la CGMyT está revisando este tema con detenimiento, ya que considera que garantizar mejores condiciones laborales podría traducirse en un servicio de transporte más eficiente y seguro para los usuarios.
Entre los puntos a evaluar se encuentran la formalización de los trabajadores, el acceso a seguridad social y programas de atención integral que aborden problemáticas específicas del gremio, como el estrés laboral y las largas jornadas de trabajo.
Por su parte, Aurelio Carmona Sandoval, presidente de Rutas Unidas, expresó una postura cautelosa ante la propuesta. Aunque reconoció que la idea de otorgar salario y prestaciones es atractiva, subrayó que las condiciones económicas y operativas actuales del sector dificultan su implementación.
Carmona Sandoval no cerró la puerta a futuras negociaciones, pero insistió en que cualquier cambio de esta magnitud requiere un análisis profundo que contemple los costos operativos, las tarifas del transporte y el impacto en las organizaciones transportistas.
Esta discrepancia entre la CGMyT y los líderes transportistas refleja los desafíos estructurales que enfrenta el sector del transporte público. Por un lado, las autoridades buscan modernizar y dignificar las condiciones laborales de los conductores; por otro, los transportistas argumentan que las limitaciones financieras y la falta de subsidios o apoyos gubernamentales hacen inviable asumir nuevos compromisos económicos.
Mientras tanto, los trabajadores del volante continúan operando en un entorno laboral precario, con pocos beneficios formales y una alta exigencia física y mental. La discusión sobre este tema apenas comienza, y su resolución dependerá de la capacidad de ambas partes para llegar a acuerdos que equilibren las necesidades de los conductores, las demandas de los usuarios y la sostenibilidad económica del sector.
Por ahora, la CGMyT mantiene abierta la mesa de diálogo, aunque los transportistas se muestran renuentes a colaborar sin garantías claras sobre cómo se financiarían estas mejoras laborales.