TREN MAYA: OTRO DESASTRE HEREDADO POR LÓPEZ OBRADOR
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Jueves 9 de octubre de 2025
Recién iniciado su mandato presidencial, apenas un par de semanas después, Andrés Manuel López Obrador declaró que en la construcción del Tren Maya no se tiraría un sólo árbol. Al contrario, se sembrarían un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables.
Luego, durante todos estos años, desde el arranque de las obras, tras una ceremonia y ritual a la Madre Tierra, propuesta, pactada y coordinada por el hoy ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, que se llevó a cabo en Palenque, Chiapas, el 16 de diciembre de 2018, AMLO y los funcionarios que lo acompañaron en su gestión negaron sistemáticamente las afectaciones medioambientales de su mega obra y ocultaron la información al respecto, decretando que era por motivos de seguridad nacional.
En la sección de “Las mentiras de la semana”, conducida por Elizabeth García Vilchis, fustigaron a las organizaciones civiles defensoras del medio ambiente y de los derechos de las comunidades indígenas, así como a investigadores, científicos y periodistas, nacionales e internacionales, calificándolos de mentirosos, tras denunciar y documentar los daños que se fueron produciendo, así como la falta de dictámenes técnicos y aprobaciones requeridas por las leyes.
Ya hoy ha quedado muy claro, tras la comparecencia en la Cámara de Diputados de Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que los mentirosos fueron Andrés Manuel y su séquito de empleados, incluidos los arrastrados opinólogos y youtubers, postrados ante el régimen.
La titular de la Semarnat reconoció afectaciones y la carencia de la documentación de impacto ambiental, aunque no lo han cuantificado todavía, y señaló que están presionando para regularizar las obras hasta en un 95% e identificar cuántas son las áreas que se deben reforestar para compensar el daño.
Lo anterior, como respuesta al diputado Samuel Palma César, quien expuso las siguientes afectaciones, localizadas a través de un análisis satelital: seis mil 659 hectáreas han sido deforestadas, 10 mil 831 hectáreas ocupadas para instalaciones, vías, accesos y obra auxiliar, el 61% careció del debido permiso de cambio de uso del suelo forestal, además de que en el Tramo 5, Cancún-Tulum, ya se han talado más de 3.5 millones de árboles y en el Tramo 6, Tulum-Chetumal, otros 2.6 millones más.
Y a esto falta agregar qué pasó con las promesas de empleos, el apoyo a las comunidades campesinas y la protección de la fauna. El Tren Maya es otro más de los desastres que heredó López Obrador a Claudia Sheinbaum, igual que los otros, revestido de ilegalidades, corrupción, opacidad y tráfico de influencias para el enriquecimiento de personas cercanas a su entorno.
A la presidenta no le ha quedado más que reconocer la existencia de afectaciones y aseverar que se están corrigiendo los daños, y que la Defensa, como responsable de la construcción, deberá cumplir a cabalidad.
¿Y ahora cómo defenderán a AMLO sus aduladores? Sólo que revivan al chapulín colorado o se traigan a Lord Molécula.
Y PARA INICIADOS:
Muy graves las declaraciones de ayer de Samuel Jaramillo, quien se asumió como el Líder de los Patios de la Estación, en medio de la protesta para exigir el esclarecimiento del homicidio del joven Luis Ángel. Aseveró que, a partir de ahora, no se permitirá la entrada de ningún tipo de cuerpo de seguridad pública a la colonia, bajo advertencia de ser linchados. Urge solucionar este conflicto, manteniendo informados a los vecinos y a la sociedad en general, dando continuidad al diálogo que se estableció entre gobierno y manifestantes.
La información es PODER!!!