TRUMP VS NEWSOM: LA POLÍTICA MIGRATORIA QUE PONE EN RIESGO A FAMILIAS
OPINIÓN
Por Carolina Ruiz Rodríguez*
Martes 15 de julio de 2025
La situación de miles de migrantes, entre ellos muchos morelenses, en Estados Unidos es cada vez más preocupante. Lo que ocurre actualmente en California, particularmente en Los Ángeles, es reflejo de una profunda confrontación política que ha terminado por utilizar la vida de nuestras comunidades como un campo de batalla.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha reanudado su política de mano dura contra los inmigrantes ilegales. Esta vez, ha dirigido sus acciones hacia California, estado gobernado por Gavin Newsom, uno de sus principales adversarios políticos. No es casual que sea precisamente en este territorio —un bastión demócrata— donde se están llevando a cabo redadas y despliegues militares que claramente tienen un trasfondo más político que de seguridad.
La llamada “Operación Excalibur”, implementada el pasado 7 de julio en el parque MacArthur de Los Ángeles, no fue una acción cualquiera. Participaron nueve agencias federales, entre ellas el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), elementos del ejército, agentes aduanales y hasta el FBI. Oficialmente, se argumentó que se trataba de una redada contra la distribución de identificaciones falsas. Sin embargo, diversos analistas coinciden en que el verdadero objetivo fue enviar un mensaje de fuerza y dominio del gobierno federal sobre un estado que se ha negado a colaborar con su política migratoria.
¿Y quiénes pagan los platos rotos de esta confrontación? Las familias migrantes, muchas de ellas originarias de Morelos y de distintos estados de México. Las consecuencias no son menores: miedo, incertidumbre, disminución en las remesas, y en muchos casos, deportaciones que separan hogares y destruyen sueños.
El clima de criminalización se ha intensificado. Vivir en Estados Unidos sin documentos ha dejado de ser una situación administrativa para convertirse en una causa de persecución. Las historias humanas detrás de estas políticas nos deben conmover, pero también indignar.
El mismo 7 de julio, día del operativo en MacArthur Park, la cadena Telemundo documentó cómo una fiesta de quinceañera, a la que estaban invitadas 200 personas, terminó casi vacía. Solo hubo 40 asistentes. Las demás se quedaron en casa, por miedo. “Tenían miedo”, relató María Álvarez, madre de la joven. Ese miedo, esa parálisis social provocada por el temor a ser detenidos, es lo que está logrando esta política.
Lo que ocurre en Estados Unidos repercute directamente en nuestra economía, en nuestras familias, en nuestra vida cotidiana. Hoy alzamos la voz, exigimos respeto a los derechos humanos de nuestros connacionales y trabajamos por fortalecer nuestros lazos con las comunidades migrantes. Urge que desde el Congreso local y federal se construyan mecanismos de acompañamiento y protección a los migrantes y sus familias. No podemos permitir que los intereses políticos de unos cuantos sigan vulnerando la dignidad de quienes un día salieron de su tierra en busca de un futuro mejor.
Lo que está en juego no es solo una disputa entre partidos o figuras públicas; está en juego la seguridad, el bienestar y la esperanza de miles de personas que siguen creyendo en el valor del trabajo, la familia y la justicia.
*Diputada local presidenta de la Comisión de Atención a Personas Migrantes del H. Congreso del Estado de Morelos.