UN GRITO DE UNIDAD: MORELOS BAJO EL LIDERAZGO DE MARGARITA GONZÁLEZ
ANÁLISIS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 16 de septiembre de 2025
En una emblemática fotografía difundida por la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno de Morelos, capturamos el espíritu renovado de nuestra entidad. En primer plano, se erige la gobernadora Margarita González Saravia, la primera mujer en la historia de Morelos al frente del Ejecutivo estatal desde octubre de 2024, proyectando con firmeza el poder emanado del voto popular en las elecciones de junio de ese año. Detrás de ella, ligeramente rezagados pero en simbólica armonía, aparecen el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Emilio Elizalde Figueroa, y el diputado Isaac Pimentel Mejía, titular de la Mesa Directiva del Congreso local. Esta imagen no es solo un registro visual, sino un testimonio de la legitimidad que acompaña a Margarita: una trayectoria de décadas en el servicio público, marcada por su capacidad de convocatoria e inclusión, y una fuerza moral que ha sido su sello indeleble.
La noche del Grito de Independencia en el Palacio de Gobierno de Cuernavaca, el 15 de septiembre de 2024, trascendió lo protocolar para convertirse en un acto de reconciliación histórica. Margarita González, como anfitriona principal, encabezó la ceremonia por primera vez como mujer gobernadora, lanzando los vivas que resonaron en la Plaza General Emiliano Zapata Salazar ante miles de morelenses. Pero un detalle clave marcó la velada: después de años de ausencias y tensiones, el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, leyó la Proclama de Independencia. Este gesto, ausente en administraciones previas debido a las fricciones entre el gobernador en turno y el edil capitalino, simbolizó un quiebre con el pasado de confrontaciones.
Urióstegui, acompañado por su Cabildo y funcionarios municipales clave, optó por no realizar el Grito en la sede del Ayuntamiento, sino unirse al evento estatal. Esta decisión no fue casual; reflejó una voluntad de integración que incluyó a regidores y representantes locales en la ceremonia central.
El ambiente, cargado de patriotismo, contó con presentaciones culturales como la de Altavista Cumbia Brava, y subrayó la unidad que ahora permea las instituciones morelenses. Fue un momento en que el orgullo nacional se entrelazó con el renacer local, borrando cicatrices de divisiones políticas que habían empañado fiestas patrias anteriores.
Esta escena inaugural bajo el mandato de Margarita González Saravia augura un tiempo de cohesión social y política en Morelos. La inclusión de actores de distintos poderes y niveles de gobierno, sin exclusiones ni rencores, genera confianza en un futuro de colaboración. La gobernadora, con su enfoque en el diálogo y la equidad, está tejiendo una red de alianzas que prioriza el bien común sobre las disputas partidistas. En un estado marcado por desafíos como la seguridad y el desarrollo, esta sintonía entre el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y los municipios representa un avance tangible hacia la estabilidad.
Recordar a Margarita evoca paralelismos con el estilo de gobierno de Don Lauro Ortega Martínez, el recordado gobernador morelense de 1982 a 1988. El galeno de Xochitepec, quien también presidió el PRI a nivel nacional, gobernó con una apertura inédita a figuras de la vida pública, independientemente de sus colores partidistas. Su administración se distinguió por una inclusión libre de prejuicios, atrayendo a diversos sectores para forjar consensos en beneficio del estado.
Ambos líderes comparten esencias profundas: una fuerza política inquebrantable, especialmente ante el gobierno federal; una moralidad que inspira respeto; una pericia en la convocatoria que une voluntades; y una resistencia ante adversidades que fortalece la gobernabilidad. Al igual que Ortega Martínez, Margarita González Saravia proyecta un gobierno de territorio, cercano al pueblo y comprometido con la transformación. En este paralelo histórico, Morelos vislumbra un capítulo de prosperidad inclusiva, donde la herencia de grandes mandatarios ilumina el camino hacia un futuro más unido y justo.
Para consolidar el proyecto de un Morelos cohesionado que impulsa la gobernadora Margarita González Saravia, es imperativo que todos los funcionarios estatales redoblen sus esfuerzos con compromiso y visión de futuro. La premisa de unidad y desarrollo integral exige no solo cumplir con las responsabilidades cotidianas, sino anticiparse a los desafíos con trabajo proactivo y atención meticulosa a las necesidades de la población. Cada servidor público debe priorizar la prevención de conflictos mediante la ejecución oportuna de obras y políticas que fomenten el bienestar social, económico y cultural de los morelenses. Esta capacidad de anticipación, sustentada en un servicio público eficiente y cercano, será la clave para transformar la cohesión política en resultados concretos que eleven la calidad de vida en el estado.