UN MAL SECRETARIO DE HACIENDA
¡Gracias a Dios es viernes!
14 de marzo 2025
Eduardo Ángel Cinta Flores
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Las declaraciones del presidente Donald Trump sobre la posibilidad de que EE. UU. viva una recesión en 2025 y el miedo a su política arancelaria volviera a provocar fuertes caídas en la Bolsa de Nueva York, esta semana, habiendo tenido la peor caída del mercado de valores de Estados Unidos en una sola sesión desde 2022.
Trump, en enero, recibió del expresidente Joe Biden una economía con sólidos indicadores de crecimiento y con cifras estables del desempleo y la inflación, en medio de quejas generalizadas sobre el alto costo de productos básicos como los alimentos.
Su triunfo por segunda ocasión, desató el optimismo en los mercados ante la promesa de desregulaciones y recortes de impuestos. Su insistencia de hacer de los aranceles un ariete para lograr objetivos de todo, comenzó a mermar la confianza de Wall Street, que tras haber alcanzado un máximo histórico el 19 de febrero, acumula un retroceso que se acercó en la mañana de este lunes al 8%.
No cabe duda que medidas descabelladas emanadas de un sentimiento populista y quizá hasta de un mal consejo llegado de los multimillonarios que se han agrupado al derredor de Trump, han conducido a un declive económico que lacera la vida de los estadounidenses en alto y riesgoso grado.
Medidas caprichosas que se parecen en mucho a las que vivimos los mexicanos los últimos seis años cuando Andrés Manuel López Obrador en un libertinaje económico se dedicó a destruir obras, proyectos, programas, fondos, fideicomisos, a construir obras faraónicas inservibles de alto costo real y de corrupción admitida sin vigilancia alguna al cancelar a las instituciones que observarían el gasto desmedido.
Este lunes renunció el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O, tercer funcionario que transitó por esa cartera con Andrés Manuel después del retiro obligado de dos personajes que llegaron con el embrujo del Proyecto Alternativo que nunca se llevó a cabo, los economistas Carlos Urzúa y Arturo Herrera.
El primero tras haber sido engañado por AMLO, hizo pública su dimisión con una dura carta publicada en su cuenta de Twitter en la que expresó su desacuerdo con que en el gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador se habían “tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.
El segundo, con el canto de las sirenas de dirigir al Banco de México, a donde seguramente hubiese ascendido de no haber declarado prematuramente su corte umbilical con el ex presidente López Obrador. Quien no está de acuerdo conmigo, está contra mí.
Ramírez de la O incurrió en el error de validar todo lo que malgastaba el entonces presidente, no tuvo poder político para frenar el dispendio que cometía, se replegó y las consecuencias de su evasión las sufre la Doctora Sheinbaum. Lo dilatado de su retiro quizás fue obligado por la presidenta para una transición clara, fidedigna, sin otros datos, que diera a conocer en radiografía el estado real del trastorno económico, así como su gravedad.
Tristemente el gobierno federal no tiene dinero. Peor aún, en la medida en que la economía mexicana se dirige a una recesión, el reprobado extitular de Hacienda deja consecuencias enormes que superar a su sucesor.
Digo que no tuvo poder político ya qué el Congreso que ratificara su nombramiento nunca lo apoyaría al estar sumisamente estructurado al Poder Ejecutivo.
Hay un dicho mexicano que dice: “Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”
Amigos la semana tiene siete días y … ¡Gracias a Dios es viernes!