UN NUEVO COMIENZO PARA MORELOS: LA UNIÓN DE LOS TRES PODERES
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Miércoles 11 de junio de 2025
La sociedad morelense, agotada por años de desencuentros y pugnas entre la clase política y gobernante, recibió con esperanza el primer encuentro interinstitucional entre la gobernadora Margarita González Saravia, la diputada Jazmín Solano, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, y el magistrado Juan Emilio Elizalde, presidente del Tribunal Superior de Justicia. Este hito, ocurrido el martes 10 de junio de 2025, marca un punto de inflexión en la historia reciente de Morelos, un estado que ha sufrido las consecuencias de la falta de coordinación entre sus poderes. La ciudadanía, harta de divisiones que han obstaculizado el progreso, ve en esta reunión una oportunidad para construir un futuro basado en el diálogo y la colaboración.
Este encuentro no solo simboliza un cambio de actitud entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sino que responde a una demanda urgente de la población: la necesidad de cohesión para enfrentar los retos que aquejan a Morelos. Desde la inseguridad hasta los problemas económicos y sociales, los desafíos son complejos y requieren un esfuerzo conjunto.
La gobernadora González Saravia ha enfatizado la importancia de establecer lazos institucionales, especialmente en temas críticos como la seguridad, mientras que la diputada Solano ha destacado el respeto a la soberanía de cada poder como base para un trabajo armónico. Por su parte, Elizalde, recién designado, representa una oportunidad para consolidar la estabilidad del Poder Judicial, un pilar esencial para la justicia y el estado de derecho.
La reunión en el Salón de Plenos del Tribunal Superior de Justicia no es un evento aislado, sino el inicio de un compromiso para trabajar en sinergia. La sociedad morelense, que ha expresado su hartazgo ante los pleitos estériles, espera resultados concretos: políticas públicas efectivas, transparencia y rendición de cuentas. Este encuentro interinstitucional debe traducirse en acciones que atiendan las necesidades de los ciudadanos, desde mejorar la seguridad hasta impulsar el desarrollo económico y social. La colaboración entre los poderes no es un lujo, sino una obligación para devolverle a Morelos el orgullo y la estabilidad que merece.
El camino no será fácil, pero este primer paso es prometedor. La gobernadora, la diputada y el magistrado tienen en sus manos la oportunidad de demostrar que la política puede ser un instrumento de transformación y no de confrontación. La sociedad morelense, cansada de promesas vacías, estará vigilante para asegurarse de que este encuentro no quede en un gesto simbólico, sino que se convierta en el cimiento de un Morelos más justo, próspero y unido. Que este hito histórico sea el inicio de una nueva era donde el bienestar de la ciudadanía sea la prioridad, y no los intereses de unos pocos.