UN PASO HACIA LA SEGURIDAD EN LAS CARRETERAS DE MORELOS
CINTARAZOS
Por Guillermo Cinta Flores
Martes 6 de mayo de 2025
Morelos, conocido por su clima cálido y su riqueza cultural, enfrenta retos que afectan la vida diaria de sus habitantes. Uno de los más urgentes es la seguridad vial en la autopista México-Cuernavaca, donde las maniobras temerarias de motociclistas, incentivadas por fotógrafos que capturan imágenes para venderlas, han generado accidentes graves y congestionamientos de hasta tres horas.
La reciente decisión de la gobernadora Margarita González Saravia de solicitar a Caminos y Puentes Federales (Capufe) la prohibición de esta práctica es un paso audaz hacia la protección de los ciudadanos. Esta medida, respaldada por el Consejo Ciudadano de Seguridad, busca poner fin a un círculo vicioso que pone en riesgo vidas y entorpece la movilidad.
El problema no es nuevo, pero su impacto es alarmante. Datos del Hospital General de Cuernavaca revelan que cuatro de cada diez pacientes en urgencias llegan por accidentes en motocicleta, un aumento del 184 por ciento en este tipo de incidentes a nivel nacional.
En Morelos, la autopista se ha convertido en un escenario de exhibicionismo peligroso, donde los “bikers” realizan acrobacias para ser fotografiados, sin considerar las consecuencias. Estos actos no solo afectan a los motociclistas, sino también a automovilistas y peatones que transitan por esta vía clave. La iniciativa de la gobernadora responde a una demanda ciudadana de orden y seguridad, pero también plantea la necesidad de una mayor educación vial y sanciones más estrictas para quienes violen las normas.
La medida ha generado debate. Por un lado, los fotógrafos argumentan que esta actividad es su medio de vida; por otro, la mayoría de los morelenses ve en esta práctica un peligro innecesario. La solución no pasa solo por prohibir, sino por ofrecer alternativas. El gobierno estatal podría explorar programas de reubicación laboral para los fotógrafos o campañas que promuevan el motociclismo responsable. Además, es crucial que Capufe y las autoridades locales refuercen la vigilancia en la autopista, utilizando tecnología como cámaras de velocidad y drones para disuadir comportamientos riesgosos. La seguridad vial no es solo una cuestión de infraestructura, sino de cultura ciudadana.
El respaldo del Consejo Ciudadano de Seguridad a esta iniciativa refleja un consenso: la vida de los morelenses debe estar por encima de intereses particulares. Sin embargo, el éxito de esta medida dependerá de su implementación efectiva y de la colaboración entre autoridades federales, estatales y municipales. Morelos no puede permitirse más tragedias evitables en sus carreteras. La autopista México-Cuernavaca, que conecta a la capital del país con el corazón de “La tierra que nos une”, debe ser un símbolo de progreso y no de caos. Esta acción es una oportunidad para que el estado demuestre que la seguridad es una prioridad.
En un contexto donde Morelos enfrenta otros desafíos, como los incendios forestales o la violencia, la atención a la seguridad vial puede parecer secundaria, pero no lo es. Cada vida perdida en un accidente es una herida para la comunidad. La decisión de la gobernadora es un recordatorio de que el cambio comienza con acciones concretas, pero también con la participación de todos. Por este medio, LA CRÓNICA DE MORELOS invita a los morelenses a apoyar esta iniciativa, a conducir con responsabilidad y a exigir que las autoridades no bajen la guardia. Solo así, Morelos podrá transitar hacia un futuro más seguro y unido.