URGE EN EL SECTOR PRIVADO UN VERDADERO LIDERAZGO
A unos días se que se lleve a cabo el cambio de estafeta en la Cámara de Comercio de Cuernavaca, la CANACO, pequeños y medianos comerciantes principalmente se preguntan qué caso tiene renovar o no una dirigencia del comercio organizado si tal y como sucede en otras cúpulas empresariales no hay liderazgo, no hay trabajo y mucho menos compromisos para impulsar su sector en tiempos en que está más que demostrado que se requiere de unidad y de trabajo en equipo para poder sortear las carencias y necesidades que a todos aquejan y que pudieran agravarse ante las acciones impositivas y ocurrentes de un Donald Trump cegado por la soberbia.
Qué lejos estamos, recuerdan algunos empresarios de tradición y trabajo siempre realizado en y por Morelos, de contar con verdaderos líderes como un Justo Esquer, un Mario Layseca, un Gustavo Dávila Matamoros, un José María Román Román, un Manuel Diego Castillo, un Francisco Javier Barbará y un José Salgado Patiño, quienes desde su trinchera, fuera ADIEM-COPARMEX de aquel entonces, PROCIVAC, CANACINTRA, CANACO Cuernavaca, Cuautla y Jojutla y la CANACOPE entre otras organizaciones empresariales que de verdad salían a luchar no por sus negocios o los de sus cuates, sino a trabajar por su sector en general.
Hoy se afirma, algunas de las más reconocidas organizaciones empresariales de otros tiempos, parecen ser club de amigos que solo se reúnen para comentar las cosas y discutir algunas más pero sin llevar a cabo acciones que realmente trascienda en beneficio de sus agremiados.
Es más, se llega a comentar como el caso de CANACO Cuernavaca que su supuesto dirigente que tal parece no representa a nadie del comercio organizado, David López Jiménez, ni empresario es y llegó a dicha presidencia ante la indiferencia y desinterés de su sector, harto de los nulos resultados.
Por ello hay quienes demandan que el cambio de dirigencia en la CANACO-Cuernavaca, se debe aprovechar para hacer un alto en el camino y replantear las cosas en el sector empresarial morelense dada su importancia en la generación de empleos y de inversiones, para consolidar de manera real los liderazgos y que estos permitan tener y mantener una presencia activa, actuante y participativa en el desarrollo del estado, porque de no hacerlo, el sector oficial pudiera caer como sus antecesores en la comodidad y conveniencia de contratar empresarios fuereños como comúnmente sucede en el sector de la construcción dejando a los morelenses sin la oportunidad de crecer y hacer crecer con ello la economía y el bienestar local.
Es por ello que los verdaderos empresarios hoy tienen el gran reto de realmente renovarse y hacer valer el lugar que tienen en la economía local o seguir siendo segundones, menospreciados e ignorados por el sector gubernamental.
De ahi la importancia de elegir a verdaderos líderes que estén comprometidos con su sector y no solo con el glamour, la simulación y los negocios particulares.
Morelos requiere con urgencia de un verdadero sector empresarial, que con su liderazgo y compromiso social sea factor de decisión y desarrollo de esta tierra para no permitir que más y más aventureros y lleguen a saquearnos.