Urgente desmoralizar la salud mental en México, para lograr la comprensión y el bienestar integral
En México, la percepción sobre la salud mental ha cambiado en los últimos años, pero persisten algunas formas de estigmatización y moralización, aunque en menor grado.
La moralización de la salud mental ocurre cuando se ven problemas como la depresión, la ansiedad o trastornos psicológicos como fallas personales, debilidades de carácter o “falta de voluntad”, en lugar de considerarlos como condiciones de salud legítimas.
Muchas veces la salud mental se ve a través de una lente moral o se juzgan como fallas personales, en lugar de considerarlos como condiciones médicas legítimas que requieren tratamiento y comprensión. Esto puede generar una serie de barreras tanto para quienes padecen problemas de salud mental como para aquellos que intentan buscar ayuda.
Subsisten factores que contribuyen a la moralización de la salud mental en México, como son los estigmas sociales profundos. Esto significa que, a pesar de los avances en la conversación pública sobre salud mental, muchas personas en México todavía enfrentan estigmatización.
Buscar ayuda psicológica o psiquiátrica puede ser vista por algunos sectores de la sociedad como una señal de “debilidad”, y aún existen expresiones como “échale ganas” o “todo está en tu cabeza”, que minimizan la gravedad de los problemas mentales.
Estas actitudes reflejan la creencia errónea de que los trastornos mentales son algo que una persona puede superar simplemente con fuerza de voluntad o actitud positiva.