¿Y la Guardia Nacional? ¡Bien, gracias! Enésimo robo de un tractocamión en la autopista México-Cuernavaca, a la altura de Coajomulco
En un nuevo episodio que pone en evidencia la alarmante inseguridad en las carreteras mexicanas, un tractocamión marca International, modelo 2012, fue robado por sujetos armados en la autopista México-Cuernavaca, a la altura del poblado de Coajomulco, en el municipio de Huitzilac.
El atraco, ocurrido alrededor de las 15:00 horas del miércoles, refleja un problema recurrente que azota al sector del transporte pesado: el robo de vehículos a mano armada, una práctica que no solo pone en riesgo la vida de los conductores, sino que genera millonarias pérdidas económicas.
Según el reporte oficial, el conductor y su copiloto fueron interceptados por los delincuentes, quienes, tras someterlos con armas de fuego, los ataron y abandonaron en una zona boscosa. No fue sino hasta las 21:50 horas que las víctimas, tras liberarse, pudieron reportar el incidente. Las autoridades iniciaron las diligencias para localizar el tractocamión y capturar a los responsables, aunque, como suele ocurrir, los resultados de estas acciones suelen ser inciertos.
Este caso pone en el centro de la crítica la ineficacia de la Guardia Nacional, cuya presencia en una vía tan estratégica como la autopista México-Cuernavaca brilla por su ausencia.
Es inadmisible que una carretera de tal relevancia, que conecta a la capital del país con destinos clave, carezca de patrullajes efectivos y medidas de seguridad robustas. La falta de vigilancia no solo facilita la operación de bandas criminales, sino que envía un mensaje de impunidad que perpetúa estos delitos.
Urge una estrategia integral que combine mayor presencia policial, tecnología de monitoreo y coordinación entre autoridades para garantizar la seguridad de los transportistas, quienes enfrentan a diario el riesgo de ser víctimas de la delincuencia en un contexto de aparente abandono institucional.
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