¿QUÉ TE TRAJERON LOS REYES MAGOS?
HUGO CALDERÓN Y MIKE CASTILLO EN LA RAZA FM, MINNEAPOLIS, EE. UU.
MIÉRCOLES 8 ENERO 2025
BUENOS DÍAS
Como ya es costumbre entramos con todo y chinelos a CADA MAÑANA.Y hoy, zapateando con más ganas por el frío que se siente por estos rumbos. Ya es miércoles 8 de enero de 2025, segundo miércoles de este naciente año.
Gracias a Mike Castillo, por permitirnos saludar a nuestros paisanos allende las fronteras a través de La Raza, la estación número uno de Minnesota.
Dentro de dos días, bailaremos el vals por nuestros primeros 73 años. Nos la hemos pasado ensayando, para no quedar mal con nuestros seguidores.
Ya rebasamos el séptimo piso, pero aquí andamos con la enjundia de siempre, platicando con nuestros amigos de la Unión Americana y también con los paisanos de lo que antes fue Tenochtitlán y hoy es México. Aunque ustedes no lo crean, así es esto.
Hace unos días, en charla de amigos, recordamos los juegos de nuestra infancia en la antaño llamada Ciudad de la Eterna Primavera, sobre todo cuando llegaban los Reyes Magos, y las mañanas del día 6, preguntábamos a nuestros amigos ¿qué te trajeron los reyes?
¿Recuerdan ustedes a que jugaban cuando niños en sus respectivos lugares de origen?
Entrecierren los ojos y hagan memoria de los juegos de su infancia. Eran, obviamente, muy diferentes a los de hoy, cuando prevalecen los avances tecnológicos, y cuando los niños y jóvenes, ya no saben lo que es jugar “en la calle” o “al aire libre”, y menos en bicicletas o patines.
Antes, ¿qué tal? a fines de los años cincuenta y mediados de los sesenta, era común jugar entre las amigas y amigos del barrio, a la roña, a los encantados, al burro castigado ¿te acuerdas Mike? del dos, patada y coz; a la rueda de San Miguel, a la ronda de Doña Blanca, al amo ato, a las escondidillas, a las cebollitas, a las manitas calientes, al lobo ¿estás ahí? y a correr cuando decía que estaba listo.
También, jugamos a la gallinita ciega, al bote pateado, a saltar la cuerda. Y los juguetes de entonces eran el trompo, el balero, el yoyo, las canicas, las espadas de madera, la tapita o el tacón, para pegarle a las monedas de entonces, un quinto, un diez, un veinte, una peseta, un tostón, o un peso de aquéllos que tenían la imagen de Morelos, se jugaba a los volados, a los retachados en la pared o a acercarse a la rayita en las banquetas.
En muchas calles, se patinaba con los patines de la marca Mendoza, que se ajustaban a diversas medidas. ¿Se acuerdan?
¿Y nuestros caballos? Las escobas, que levantaban buenas polvaredas en el patio, con los consabidos regaños de la abuelita o de la mamá.
¿Y qué tal las corretizas por las calles y callejones, durante las guerritas de ligazos?, al grito de “parque, liga, ligazo, patada o manazo”.
O los tiros de piedras con las resorteras de palo de guayabo en las huertas que había en la capital de Morelos o detrás de los tecorrales de los pueblos de entonces.
¿Se acuerdan de los juegos de mesa? Aparte de la clásica lotería, se jugaba la oca, el coyote, las serpientes y escaleras, las damas chinas.
Además de pedalear las bicicletas en el parque o en la calle, se podía uno trepar también a los triciclos que alquilaban en el entonces casi nuevo Jardín de los Héroes, y en el Melchor Ocampo.
También alquilaban bicicletas cerca del Calvario, por el rumbo de Matamoros.
Y nos dábamos vuelo con el patín del diablo o con los carritos de baleros, en las bajadas de Salazar y Zarco, a unos pasos del Palacio de Cortés. Qué tiempos.
Seguramente muchos de ustedes también evocarán con nostalgia sus años infantiles y juveniles, en sus respectivos lugares de origen.
Como siempre, por platicones se nos terminó el espacio.
Nos despedimos con el tema “Dios si perdona, el tiempo no”, con la Sonora Santanera, porque cada vez pesan más los calendarios, luego de más de siete décadas de andar cascareando en este mundo.
Gracias por escucharnos y leernos.
Buen fin de semana.
Hasta el próximo miércoles.