GANANCIAS POLÍTICAS CON PÉRDIDAS ECONÓMICAS
PERSPECTIVA
Por Marcos Pineda Godoy
Miércoles 12 de marzo de 2025
Un par de horas antes de la media noche de ayer, horario de México, entraron en vigor los aranceles impuestos por Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio hacia su país, a todo el mundo, incluidos sus socios en el T-MEC, México y Canadá.
Hace dos días, el secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón, viajó a Washington para dialogar con su homólogo norteamericano, en un intento por evitar tales cuotas. El silencio de Ebrard anticipaba ya, no haber fructificado las negociaciones. Sin embargo, había declarado, desde el lunes que, de entrar en vigor las tarifas, habría una respuesta en el mismo sentido, o sea, también México establecería ciertos aranceles compensatorios.
De sobra está explicar las afectaciones negativas de una escalada arancelaria. Es decir, me pones, te pongo. Me respondiste, te las elevo. Una guerra comercial, de baja intensidad, pero amplias repercusiones económicas casi inmediatas. A nadie beneficia, ni siquiera al pueblo de su promotor, el republicano Donald Trump.
Quizá no se haya entendido cuáles son los intereses y objetivos de fondo del inquilino de la Casa Blanca. Lo advertimos desde un inicio. No son ni para el corto plazo ni tan sólo compensatorios en materia de las balanzas comerciales, sino de largo plazo y para la reconfiguración del orden mundial. El logro de sus objetivos políticos en el plano internacional está conllevando un costo para su economía interior y para sus grandes empresas, ya en lo inmediato.
Cada anuncio a la prensa, cada entrevista controversial, cada firma de una orden ejecutiva han tenido y seguirán teniendo repercusiones negativas para los mercados estadounidenses. El envalentonado Trump, parece estar dispuesto a enfrentarlas y sobrellevarlas. Sí, él. Pero no las empresas ni los contribuyentes norteamericanos. Ha ganado en la política internacional, pero perdido en el mercado interno. El pueblo estadounidense comienza a cuestionarse si eso es lo que esperaban de sus propuestas de campaña.
Habrá quién diga, ahora sí lo cumplió, y otros, escépticos, esperarán un ajuste, quizá eximiendo o modificando las tarifas, al menos para algunos países, como sus socios comerciales. Nada se puede dar por concretado hasta no saber si las presiones financieras del gran capital, las variaciones en el mercado bursátil y la inflación en tierras estadounidenses logran cambiar de opinión a Donald Trump.
Por lo pronto, estaremos a la espera del posicionamiento y las medidas que deberá anunciar el gobierno mexicano, el mismo día de hoy, como siempre, desde la mañanera.
Y PARA INICIADOS:
Trascendió, de esos llamados radiopasillos, una comida entre Ricardo Monreal y el vicepresidente de la sección instructora de la Cámara de Diputados, Raúl Bolaños, miembro de la bancada verde. Sí, parte de la Comisión en la que recae la responsabilidad de proponer o no el retiro del fuero al exgobernador de Morelos. Y ¿quién creen que fue el tercer invitado? Pues, Cuauhtémoc Blanco. Monreal ya rechazó que hayan hablado de la solicitud de desafuero contra el ex ídolo del fútbol. Pero resulta un tanto difícil, ya, creer en los desmentidos del zacatecano. Al menos la sospecha de estarse fraguando algún tipo de protección política salta a la vista. El refrán dice que, si el río suena es porque agua lleva.
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