¿CARPETAS INCOMPLETAS O JUSTICIA AUSENTE?
OPINIÓN
Por Guillermo Cinta Flores
Jueves 13 de marzo de 2025
La reciente difusión de un video por parte del Fiscal General de Morelos, Edgar Antonio Maldonado Ceballos, este miércoles 12 de marzo del año en curso, encendió el reflector sobre eventuales tensiones entre la Fiscalía General del Estado (FGE) y el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
En su mensaje, Maldonado defendió el trabajo de su institución en la integración de carpetas de investigación sobre feminicidios, un tema que ha sido blanco de críticas recurrentes. Sin embargo, entre líneas, parece haberse tratado de una respuesta velada a las declaraciones del presidente del TSJ, Jorge Gamboa Olea, quien apenas dos días antes señaló que la deficiente elaboración de estas carpetas obstaculiza la judicialización de los casos, dejando en el limbo a cientos de víctimas.
Al parecer, Gamboa Olea no habló por hablar: según sus cifras, de las más de 200 denuncias por feminicidio que se presentan anualmente en Morelos, solo entre 15 y 20 —un magro 10 por ciento— llegan a judicializarse. Esta brecha, que él atribuye a la falta de datos sólidos en las investigaciones de la FGE, pondría en evidencia un problema estructural que trasciende las palabras y apunta a una crisis de coordinación entre las instituciones encargadas de procurar y administrar justicia. Mientras Maldonado asegura que la nueva administración de la Fiscalía está comprometida con mejorar estos procesos, el contraste entre su optimismo y las críticas del TSJ deja un sabor de desconfianza en el aire.
No es la primera vez que Morelos se enfrenta a este tipo de desencuentros institucionales, pero el caso de los feminicidios golpea con particular crudeza. La ciudadanía, por su lado, observa cómo las cifras de violencia de género siguen al alza mientras las autoridades debaten responsabilidades. El video de Maldonado, más allá de su intención declarativa, parece un intento de control de daños ante una opinión pública que exige resultados concretos. Sin embargo, sin una mejora tangible en la calidad de las investigaciones y una verdadera colaboración con el TSJ, estas acciones corren el riesgo de quedar en mera retórica.
Quizá lo más preocupante sea lo que este cruce de señalamientos revela: una justicia fragmentada que estaría fallando en proteger a las mujeres de Morelos. En fin. Mientras el Fiscal y el presidente del TSJ miden fuerzas, las carpetas mal integradas se acumulan y los casos sin resolver se convierten en estadísticas frías.
La pregunta no es solo quién tiene la razón en este duelo de declaraciones, sino cuándo veremos un sistema que priorice a las víctimas sobre las disputas internas. Por ahora, el video de Maldonado y las palabras de Gamboa son solo el eco de un problema que, de no atenderse, seguirá cobrando vidas.