EN PEMEX: TAN MALO EL PINTO COMO EL COLORADO
¡GRACIAS A DIOS ES VIERNES!
Viernes 12 de septiembre 2025
Eduardo Ángel Cinta Flores
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El derrocamiento de dos sistemas de gobierno que en dos turnos constituyeron el PRI y el PAN, relevados hoy por los gobiernos de la Cuarta Transformación, sofisticados de ideologías donde la izquierda encabezada por MORENA no ha podido controlar la infestación de la corrupción.
Hoy, el virulento enemigo, como siempre, sigue en casa, viciado por una violencia machista y clasista. La corrupción no cede, estuvo latente y consentida por seis años durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, ha crecido, engarfiada desde la cabeza como intestinal solitaria, regando sus engendros por todo el cuerpo gubernamental.
Andrés Manuel López Obrador tenía la idea de instalarse para siempre en la clase política como ejemplo para todos. El populista presidente, dio muestras de reelegirse y, ante el rechazo hasta de sus seguidores, decidió que su partido MORENA fuera el único en la papeleta electoral, o al menos controlara por otros setenta años al sistema de gobierno mexicano.
Lo hecho, deshecho, lo mostrado y lo descubierto durante el gobierno de la Cuarta Transformación en sus dos pisos, demuestra que la corrupción consentida es dueña de la voluntad de las autoridades.
Define el diccionario de la Real Academia Española a la palabra CONSENTIR: Dar permiso, admitir o aceptar que se haga o que suceda algo, aun cuando no se esté completamente de acuerdo o convencido de ello. Permitir a alguien que haga su voluntad, cumpla todos sus deseos o caprichos, o cumplírselos uno mismo. Mimar excesivamente a alguien, o ser muy indulgente por parentesco y/o conveniencia.
Muestras de los consentimientos transformistas en los últimos años en nuestro país, son innumerables, recientemente los dados a conocer este domingo por, el secretario de Seguridad Federal, Omar García Harfuch; el titular de la Marina, Raymundo Pedro Morales y el fiscal general de la República Alejandro Gertz Manero pusieron en evidencia a integrantes de la Marina, ilícito que supuestamente desde el 2022 se diera a conocer en la fiscalía.
Lo extraño es ¿por qué la fiscalía dilató dos años y medio para iniciar la investigación consecuente? El almirante Rafael Ojeda ex secretario de la SEMAR supuestamente, tenía evidencias del mal actuar de elementos de la Marina, ¿informó al presidente López Obrador de los ilícitos sospechados, así como de los parientes políticos implicados? Él no pidió indulgencias para su parentela.
¿Hubo consentimiento de parte del expresidente? Como sucedió en el caso del general Salvador Cienfuegos; en el de la marina, ¿se pretende proteger a alguien en particular?
Aquí entre nos: La presidenta Claudia Sheinbaum se quejó de que su Gobierno debe pagar “la maldita deuda corrupta” de PEMEX generada en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. En su lamento, la Doctora Sheinbaum se olvida que, para analizar esta endémica deuda, la estadística dicta que se deben considerar todos los parámetros y componentes del caso, o sea que, en un período comparado de 19 años, 2006-2025, dividido en sexenios, faltan siete años por considerar, seis de la administración de AMLO y uno de su propia etapa.
Sin abogar por lo mal hecho por los expresidentes Calderón y Peña Nieto, a los que se les adjudican deudas por 60 y 105 mil millones de dólares respectivamente, PEMEX reconoce que durante el sexenio de AMLO se alcanzó el punto más alto de la deuda histórica de la empresa, ya que superó los 113 mil millones de dólares en 2020. Sin embargo, el Macuspano dejó la deuda de la paraestatal en cerca de 97,600 millones de dólares, o sea que tan malo es el pinto como el colorado.
Amigos la semana tiene siete días y … gracias a Dios ¡es viernes!