MÉXICO BAJO LA SOMBRA: DESAPARICIONES Y NARCOTRÁFICO EN EL ESPEJO INTERNACIONAL
LA CRÓNICA DE MORELOS. Martes 18 de marzo de 2025.
EDITORIAL
La imagen de México en el extranjero, particularmente en relación con las desapariciones y las acusaciones de vínculos entre el gobierno y los cárteles del narcotráfico, está afectada de manera significativa.
El problema de los desaparecidos, con más de 110,000 casos reportados oficialmente desde 1964 según datos recientes, ha puesto a México bajo un reflector internacional como un país que enfrenta una crisis humanitaria profunda. Esta cifra, que muchos consideran subestimada debido a la falta de denuncias por miedo o desconfianza en las autoridades, evoca comparaciones con las “guerras sucias” de otros países latinoamericanos, pero con la diferencia de que ocurre en un contexto de supuesta paz democrática. Esto genera una percepción de inseguridad, impunidad y colapso institucional que trasciende fronteras y aparece en medios internacionales con titulares alarmantes.
Por otro lado, las acusaciones de una alianza entre el gobierno mexicano y los cárteles del narcotráfico refuerzan una narrativa de corrupción sistémica. Aunque no hay pruebas concluyentes y universales que confirmen una colusión generalizada, eventos como la liberación de figuras clave del crimen organizado, la extradición masiva de capos bajo presión extranjera o las declaraciones de líderes internacionales como Donald Trump sobre el control de los cárteles en México alimentan esta idea. En el extranjero, esto puede interpretarse como una pérdida de soberanía del Estado frente al crimen organizado, lo que daña la credibilidad del gobierno y proyecta una imagen de un país incapaz de controlar su territorio.
¿Tiene México un daño de imagen real? Sí, en términos de percepción internacional, estos dos asuntos han contribuido a una visión negativa que afecta sectores como el turismo, la inversión extranjera y la confianza en las instituciones mexicanas.
Sin embargo, esta imagen no es monolítica: México sigue siendo reconocido por su cultura, economía y potencial, pero estos problemas graves opacan esos aspectos positivos y generan una reputación de inestabilidad que es difícil de revertir sin cambios estructurales visibles.
La combinación de desapariciones masivas y sospechas de complicidad con el narcotráfico crea un estigma que, aunque no define totalmente al país, sí marca profundamente cómo se le ve desde afuera.