Fieles difuntos recordados por sus familiares
Desde muy temprano, el día de ayer, los panteones de la capital del estado comenzaron a tener presencia de familias enteras que acudieron a visitar los restos de sus fallecidos.
El panteón comunal de Ocotepec fue uno de los que más afluencia tuvo, pues año con año se ha convertido en una de las tradiciones de Día de Muertos más grande de Morelos.
La música y la comida no pudieron faltar. Las tumbas se llenaron de color anaranjado y amarillo por la flor de cempasúchil y al mediodía se celebró la santa misa en honor de los fieles difuntos.
Algunas personas acudieron con la bebida que más le gustaba a su familiar y por varias horas acompañaron las tumbas, platicando o cantando alguna canción.
La venta de veladoras y de flores estuvieron en las entradas de los panteones, y algunos comerciantes expresaron que la ganancia de este año se redujo en casi un 40 porciento.
Aun así, la afluencia en los más de siete panteones de Cuernavaca fue intermedia y antes de las cinco de la tarde ya se notaba que esta tradición se retiraba, pues la afluencia se redujo y concluyó la temporada de Día de Muertos.